¿Cómo ha vivido este año tan especial?

De manera muy intensa. No me imaginaba al principio del año que iba a ser así, pero en los primeros días fue subiendo y tuvimos muchas peregrinaciones. La verdad es que he ido un poco cansado, pero la alegría de ver a los peregrinos llegar superaba todo cansancio.

Muchos peregrinos han pasado por Caravaca, ¿son historias que guardará como sacerdote?

La experiencia ha sido muy positiva, si tengo que ponerle nota sería de un sobresaliente. Ha sido extraordinario poder haber escuchado y vivido situaciones muy personales con las que han querido venir a encontrarse con la Cruz. Ha sido un testimonio extraordinario tanto para mi como para los peregrinos.

A lo largo de este año qué mensaje ha envido a todos los peregrinos.

A parte del lema que este año puso el Obispo 'La Cruz, puerta de la vida', ha habido un denominador común entre todos los peregrinos. El mensaje ha sido que no sufran por el sufrimiento, que se sientan queridos, amados por Dios, que entregó a su hijo a la muerte por todos nosotros. El mejor mensaje ha sido el evangelio, que la gente se sienta querida, que dejen todo su sufrimiento aquí en la Basílica, ante la Cruz. Verdaderamente ese mensaje ha sido 'Dios te ama', y te ama tal y como eres. Sólo debemos dejarnos querer por él.

Muchas personalidades de la iglesia han pasado este año por la Basílica.

Han pasado obispos, cardenales, el custodio de Tierra Santa y siempre con el mismo mensaje. 'Adorar la Cruz, venimos a Caravaca a vivir la experiencia de la Cruz'. Todos hemos coincidido en lo mismo, hasta los miles de sacerdotes de parroquia que han pasado por Caravaca, el mensaje siempre es la Cruz de Cristo, ya no sólo como puerta de la vida, sino como un encuentro personal del hombre a través del sufrimiento que es la Cruz.

¿Cómo vivió la visita de sus Majestades los Reyes?

La viví de una manera tranquila. Creía que me iba a poner más nervioso pero no fue así. También vi cuando llegaron los Reyes, venían serenos tranquilos y con muchas ganas de ver la Basílica y con la curiosidad que tiene mucha gente de saber dónde están las reliquias. Te entretienes un poco explicando la estructura del relicario y donde está dispuesto el Lignum Crucis. Tuvieron un gran respecto hacia la Cruz. Siempre he intentando dejar a Caravaca y a la Cofradía en el lugar que le corresponde, intentando que todo el mundo se haya sentido acogido y querido en la Basílica.

¿Podemos afirmar que la Cruz de Cristo es puerta de vida?

Por supuesto, ahora se apaga la luz jubilar que es la que nos ha ido indicando que en esta Basílica hay algo extraordinario que cada siete años vivimos de manera especial. Ahora se apaga la luz pero la puerta a las Indulgencias Plenarias sigue abierta, como bien decía el decreto que envió el Papa cuando nombró 'Jubilar In Perpetuum' a Caravaca. Se pueden ganar las Indulgencias Plenarias siempre que se venga en grupo además de los días establecidos por la iglesia. La puerta sigue abierta, la Cruz sigue aquí y nosotros seguiremos acogiendo a todos los peregrinos que lleguen al encuentro con Cristo. El sufrimiento continúa, el amor sigue y la esperanza sigue.

¿Cómo se está preparando la clausura desde la Basílica?

Ya estamos dando los últimos retoques, queremos que salga todo y que sea un reflejo de lo que ha sido el año. Se cierra con mucha tristeza porque acaba el año, pero con mucha alegría al saber que ha sido un periodo que ha dado muchos frutos a nivel espiritual, muchos peregrinos que se dan dejado beber de ese amor y que han visto en la Cruz la fuerza que necesitan para seguir luchando y la esperanza para seguir viviendo. Estamos entrando en ese periodo de nervios en el que queremos que salga todo perfecto, que salga con el mismo cariño, amor y esperanza que lo estamos preparando.