Los vecinos de la urbanización Nuevo Principado y de las calles adyacentes en Los Narejos (Los Alcázares) se han cansado de ver cada mañana al levantarse y salir a la calle las aceras levantadas tras unas obras que empezaron hace dos meses y que no tienen visos de terminar, al menos en el corto plazo. Y es que están totalmente paralizadas. Hasta tal punto que «una máquina retroexcavadora amarilla lleva semanas aparcada en una de las calles afectadas y nadie ha venido a moverla», como asegura una de las residentes.

La obra que pretende renovar las aceras de las calles Río Caudal, Río Deva, Río Espinaredo, Río Piloña y Río Las Cabras, entre otras, «se iniciaron a principios de octubre e iban a buen ritmo, aunque hace varias semanas se pararon y los operarios dejaron de venir», explican los residentes.

Algunos explican que están muy preocupados, «porque durante esta semana, que es el puente de la Constitución hay muchos vecinos que tienen previsto venir a pasar unos días con niños y es muy peligroso que esté todo levantado, con hierros y cables saliendo. Ya no podemos aguantar más», aseguran, a la vez que lamentan que, «en algunos casos no se puede ni entrar a los garajes».

Por su parte, el alcalde de Los Alcázares, Anastasio Bastida, explicó ayer tras ser consultado por esta Redacción que el problema es que «se han encontrado chapuzas en la colocación de las tuberías y los cables eléctricos que se hicieron hace más de 20 años (durante el gobierno del PSOE), por lo que ha habido que ampliar las actuaciones previstas, así como el presupuesto y sacar una nueva subasta de adjudicación para que todo se realice correctamente».

Bastida asegura que antes de dos meses, que es el plazo para terminar la adjudicación de las obras y realizar las tareas, «todo estará terminado y en condiciones adecuadas». Además resalta que «se están atendiendo las ncesidades y peticiones de todos los vecinos».