Los agricultores de la Región están siendo asesorados para afrontar el ´cambio climático´, un fenómeno que, según los técnicos, se está comenzando a notar en nuestros campos. El Grupo Operativo de Adaptación de la fruta de hueso al Cambio Climático, formado por cooperativas y empresas agrarias, que pretende aglutinar tanto a viveristas y obtentores como a productores, mantuvo una charla este martes en la Cooperativa la Vega de Cieza para analizar lo que los expertos consideran ya una realidad que ha llegado.

«Tenemos evidencias en nuestra zona de un cambio climático y, por ello, debemos establecer estrategias que minimicen los efectos en el sector de fruta de hueso», dijo el David Ruiz, investigador del CEBAS-CSIC, quien añadió que «con este nuevo panorama de aumento de temperaturas con menor frío invernal, precisamos de un replanteamiento para mantener el sistema productivo, tanto con la creación de nuevas variedades que no precisen frío y las estrategias que permitan su cultivo, como el alargamiento invernal con árboles que florezcan tardíamente».

Manuel Caro, del IMIDA, comentó que el proyecto «está dirigido principalmente a las empresas agrarias con objeto de proporcionarles herramientas que aporten soluciones a este problema». Significó que, hoy por hoy, el cambio climático «no se puede estudiar localmente, si no en su globalidad, puesto que cuando los organismos nos dicen que la temperatura se está elevando en el planeta no se refieren a circunstancias puntuales como el repunte con más de 47 grados registrados este pasado verano en Sevilla».

El presidente de FECOAM, Santiago Martínez Gabaldón, quiso llamar la atención sobre la acumulación de producción que se está detectando en los últimos años. «Debemos corregirlo», ya que, según indicó, tanto en 2016 como en este año, «todas las zonas geográficas de nuestro país coincidieron en maduración de la fruta de hueso, lo que propició un agolpamiento de los productos en los principales mercados europeos».