El acusado de asesinar a un ciclista y una peatón, a los que arrolló con sendas furgonetas robadas en apenas tres días, ha dicho hoy ante el jurado popular que lo juzga en la Audiencia Provincial de Murcia que sí recordaba haberse apoderado de los vehículos, pero que no recuerda todo lo que ocurrió después.

En esta segunda sesión de la vista oral que dio comienzo el pasado lunes con la selección del jurado, el procesado, Abdelwahab O., natural de Marruecos, ha manifestado que antes de venir a España, cuando aún residía en su país, ya tomaba medicamentos para tranquilizarse.

Y ha añadido que con frecuencia escucha voces que le dicen hacer una cosa u otra y que se le va a la vista al cielo, sin que sea consciente en muchas ocasiones de lo que hace.

El acusado ha reconocido que el 24 de abril de 2015 se apoderó de una furgoneta que tenía las llaves puestas, pero que no se acordaba si atropelló con la misma a un grupo de ciclistas, en el término municipal de Mazarrón (Murcia), causando la muerte de uno de ellos, nacido en Francia, y heridas a una ciclista.

También admitió que tres días después, en el término municipal murciano de Totana, se apoderó de otra furgoneta que igualmente tenía las llaves puestas, pero sin recordar que con la misma atropellara a una mujer ecuatoriana que daba un paseo por una carretera y que falleció como consecuencia de las graves heridas sufridas.

Al ser preguntado por el motivo que le llevó a hacerse con los vehículos, ha declarado que no lo hizo con la intención de matar a nadie.

Tras el interrogatorio, ha comenzado el desarrollo de la prueba testifical, en la que a partir de hoy intervendrán agentes de la Guardia Civil que intervinieron en las investigación.

También lo harán los policías locales del ayuntamiento de Fuente Álamo (Murcia) que intervinieron en su persecución y detención al día siguiente del segundo asesinato.

La fiscalía, en sus conclusiones provisionales, reclama dos penas de 17 años y seis meses de prisión cada una por sendos asesinatos y otras dos penas, de multa de 1.620 euros cada una, por los delitos de hurto de vehículos de motor.