La Comunidad Autónoma ha comenzado los trabajos para la elaboración y ejecución del Plan de Recuperación Ambiental de Suelos Afectados por la Minería (PRASAM) en el que participan distintos departamentos y que contará con inversiones públicas y privadas.

Así lo anunciaron ayer el director general de Medio Ambiente, Juan Madrigal, y la directora general de Energía, Actividad Industrial y Minera, Esther Marín, quienes, junto a la alcaldesa de Mazarrón, Alicia Jiménez, visitaron varias zonas del municipio en los que se ha desarrollado la actividad minera durante varios siglos.

El Plan abordará de una forma integral la recuperación de los suelos afectados con la intervención de responsables técnicos de medio ambiente, de la actividad minera, de ordenación del territorio y urbanismo y de salud pública. La iniciativa basará sus actuaciones en el estudio de los suelos contaminados por la actividad minera desarrollada en la Región durante siglos y su impacto territorial y ambiental.

Como premisas principales se llevarán a cabo el inventario de suelos contaminados y el plan de seguridad minera, basándose en la recopilación de estudios previos y análisis llevados a cabo, el diagnóstico de situación actual y futura y aplicación del concepto multidisciplinar de suelo o la aplicación de estándares e indicadores de aplicción en materia de suelos afectados por la minería, entre otros. Las herramientas a llevar a cabo para la consecución del plan se basarán en caracterización y mapa de suelos, aplicación de técnicas de recuperación de suelos, estudio para el desarrollo de metodologías de rehabilitación y la propuesta de incorporación de técnicas de restauración de suelos en actividades extractivas.

Las líneas de actuación serán territoriales y urbanísticas, de seguridad minera, ambiental y paisajística; y de salud pública. La financiación e instrumentos facilitadores tendrán ejecución por el sector privado y por el sector público. En la Región durante estos últimos años se han desarrollado trabajos para identificar y evaluar la situación de los suelos afectados por la minería, implementando ensayos y proyectos piloto como el 'Life Mipolare', para aplicar técnicas de restauración ambiental de suelos.