El castillo de Mula resuena desde su interior. Varios operarios, comandados por la Dirección General de Bienes Culturales y supervisados por el arqueólogo municipal, han comenzado las actuaciones de urgencia en el castillo de Mula. Unas obras que supondrán una inversión de 25.000 euros y con las que esperan garantizar la seguridad en la fortaleza muleña.

Colocación de vallas, protección de huecos y eliminación de elementos no originales con riesgo de desprendimiento en la Torre del Homenaje son algunas de las medidas previstas con las que esperan, además, revisar y reparar el cerramiento actual, que sigue siendo insuficiente para los curiosos que van más allá del peligro que puede ocasionar un desprendimiento o una oquedad sin protección. Para ello se colocarán carteles indicativos que adviertan de la prohibición de paso y un cierre del área interior, en la zona oeste tras la muralla, con una valla metálica galvanizada.

Unas medidas que vienen a incrementar las que lleva años disponiendo el Ayuntamiento de Mula con cerramientos de espacios y reposición continua de candados que no hacían más que hacer un llamamiento a quienes buscan el riesgo de lo prohibido, tal y como pasó en enero de 2013 cuando una menor de 12 años que estaba jugando en las inmediaciones de la fortaleza con sus hermanos y amigos decidió entrar al interior al ver la puerta abierta y cayó por un foso de gran altura del que tuvo que ser rescatada con la consecuencia de sólo romperse una pierna a pesar de que las labores de rescate se prolongaron durante varias horas.

En ese momento, la indignación de los vecinos se hizo eco a través de las redes sociales y hacían un llamamiento a las autoridades para que la familia heredera, Beltrán de Lis y Pidal, propietarios del inmueble, se hicieran cargo de las instalaciones o devolvieran al pueblo de Mula el que está considerado como uno de sus principales signos de identidad.

A la espera de sanciones

El Ayuntamiento de Mula se alegra del inicio de las actuaciones pero está a la espera del cumplimiento de las sanciones económicas por los incumplimientos reiterados y de la promesa que realizó la Dirección General de Bienes Culturales acerca de dar la orden de ejecución forzosa a los propietarios del castillo por valor de 300.000 euros cuyo plazo máximo se fijó para el 10 de septiembre pasado.

En este mismo sentido, la plataforma ciudadana 'Mula por su Castillo' confía en que estas medidas no queden sólo en contentar a unos pocos mientras se deja el tiempo pasar y siguen reclamando medidas serias al tiempo que preparan nuevas movilizaciones para este otoño que vendrían a sumarse al 'Asalto al Castillo' y el 'Abrazo al Castillo' que contaron con el respaldo de muleños, autoridades políticas y particulares amantes del patrimonio cultural que hace único este municipio.