El teatro Thuillier de Caravaca de la Cruz acogió la presentación y proyección, en la Región, de El Viaje de Caín, la película-documental que muestra la labor realizada en la expedición a Tanzania de la Fundación Hospital La Arruzafa de Córdoba, cuyo director médico es el oftalmólogo caravaqueño Juan Manuel Laborda Oñate.

¿Cómo nace la Fundación La Arruzafa de Córdoba?

Fue un movimiento que creamos un equipo de médicos de Córdoba del Hospital La Arruzafa. Hacíamos mucha labor de cooperación sin estar reflejados; quisimos hacerlo de manera legal y para ello fundamos este proyecto. Desde entonces hemos realizado mucha actividad de cooperación en países de África, y también en Córdoba y en España.

La fundación está presente en 10 países. ¿Qué tipo de proyectos se están desarrollando?

Ayuda oftalmológica y óptica a poblaciones que no tienen recursos. Tanto gafas como higiene ocular, cuidados y cirugía.

Tiene proyectos de colaboración con entidades en España como por ejemplo Cruz Roja.

Trabajamos con varias asociaciones en España, que, conforme ha ido creciendo la fundación, nos han pedido ayuda.Quizás es más mediático acudir a África, pero también es muy importante la ayuda en España, porque hay muchas necesidades.

En el documental, el autor, Miguel García-Revillo, cuenta en primera persona la experiencia vivida en Tanzania, ¿cómo nace la idea?

Fue un poco sorpresa para nosotros, porque Miguel Ángel nos dijo que quería venir a un viaje para ver cómo desarrollábamos nuestro trabajo. A él le gusta el cine y la fotografía. Nos acompañó en una expedición grabando y haciendo fotos y al tiempo nos encontramos con un documental, que a todos nos ha emocionado: refleja muy bien la actividad de dos misioneros españoles y la labor que están desarrollando en un poblado en Tanzania. Se trata de un canto a la solidaridad muy emotivo, estamos muy contentos.

El documental ha sido presentado en varios lugares y su recaudación se destinará a la propia fundación. ¿Cómo está siendo la acogida?

Todo el que lo ve le gusta mucho, porque no es una película al uso, pero toca la fibra. Puedes ver toda la actividad que se realiza en la misión, la asistencia que se hace a los niños, la creación de colegios y de guarderías. Y lo que es muy importante: la asistencia sanitaria, y en ese campo nosotros trabajamos en la oftalmología. El que lo ve le gusta y se solidariza con el proyecto.

En 2015, implantaba por primera vez en el hospital, y segunda vez en España, un ojo biónico. ¿Cómo están yendo los resultados?

Muy bien. Como toda estatecnología de vanguardia va muy despacio, hay que ser cuidadoso. Ahora mismo la indicación del ojo biónico de estos implantes mediante chip electrónico es muy reducida; solo le puede aplicar a muy pocos personas, pero la tecnología está creciendo. El campo que se abre es tremendo para poder usar estas técnicas en otras enfermedades.

¿Qué proyectos tiene el hospital?

Tenemos varios frentes abiertos, dependiendo de las especialidades. Probamos nuevos tratamientos para enfermedades retinianas. Cultivos celulares para trasplantes de células, lo que se llama la terapia celular. También trabajamos en nuevos trasplantes de cornea, de tejidos. Vamos avanzando en la investigación, despacio pero con pasos sólidos.

¿Cómo ha afectado la crisis al sector de la investigación?

Ha sufrido la crisis como todo. Cualquier tipo de recursos ha disminuido mucho, pero se está volviendo otra ver a dedicar dinero a la investigación y se le está dando importancia por las instituciones que deben de velar porque eso sea así. Ya está de nuevo floreciendo.

Caravaqueño de nacimiento. En 2015 era nombrado Cordobés del Año, ¿cómo fue trasladarse allí?

Soy caravaqueño y además presumo de ello. Tuvieron a bien hacerme Cordobés del Año en el 2015, llevamos muchos años en Córdoba: allí tengo a la familia, el trabajo y muchos amigos. Estoy encantado del reconocimiento, que me abruma.

En estos días hemos sufrido la perdida de Pedro Ballester, una persona muy querida en Córdoba.

Tuvimos mucho trato, teníamos una gran amistad. Nos hemos enterado viniendo a Caravaca. Acabo de hablar con Miguel Ángel García y pretendemos dedicar la presentación de esta noche a él. Pedro visitaba Córdoba con frecuencia y era una persona muy querida en la ciudad.

Hace unos años recibía el galardón de Cristiano del Año y recientemente lo nombraban pregonero de las Fiestas, ¿cómo le gustaría que fuera su pregón?

Para mí ha sido una gran sorpresa, que ahora mismo estoy encajando. Quiero llegar a conocer la filosofía del pregonero, pero indudablemente lo recibí con muchísima ilusión y responsabilidad a la vez. Quiero reflejar bien que es un pregonero en estas fiestas tan importantes que todos vivimos y queremos tanto. Estoy iniciando el trabajo para ver el enfoque que le doy.