Se despistó, no puso el freno de mano, salió del vehículo, y el camión que había estado utilizando para recoger escombros de unas obras en su casa comenzó a rodar, arrancó un árbol de cuajo, y acabó precipitándose desde una altura de casi diez metros, cayendo a plomo sobre el patio de una vivienda colindante.

En la caída vertiginosa que tuvo este camión el jueves pasado a mediodía en una vivienda de la pedanía alhameña de El Berro, la grúa que portaba golpeó el tejado de la casa, destrozando «dos vigas de hormigón armado y ocasionando varios boquetes en la pared lateral», comenta María, propietaria de la vivienda afectada. Su vecino, al igual que ella y su familia, que no estaban en la vivienda en el momento del suceso, no sufrieron ningún daño, pero si un enorme susto. «El camión ha destrozado todas las baldosas del patio y los muebles que teníamos allí.

Desayunamos siempre justo donde ha caído, si llegamos a estar ahí a esa hora yo no estaría contando nada», explica María, que ahora está a la espera de que un arquitecto y el seguro de la vivienda valoren los daños ocasionados.

Los propietarios se han encontrado con otro problema tras quedar encajado el camión, que pesa entre 10.000 y 15.000 kilos. Y es que hasta El Berro, situado en plena Sierra Espuña, no pueden acceder grúas de gran tonelaje que puedan retirar el vehículo, dado que las vías de acceso son muy estrechas. «Nos han propuesto fragmentarlo y retirarlo por piezas».