Calasparra bajó el telón de sus encierros de la Feria del Arroz con otra carrera de vértigo, que aunque resultó limpia de heridos, salvo alguna pequeña caída, no estuvo exenta de problemas. Los novillos de Cuadri habían extendido su fama desde que fueron desembarcados en Calasparra. Con mucha raza, los extraordinarios ejemplares de la exclusiva ganadería de Huelva protagonizaron un encierro muy complicado al disgregarse la manada, dejando atrás dos novillos que dieron más de un susto, convirtiendo los minutos finales de la carrera en interminables.

Estrepitosas caídas y choques de los grandes novillos, remates violentos contra el vallado, generaron más de un sobresalto entre los espectadores, más aún cuando los toros sueltos iban haciendo barridos, decididos a buscar los cuerpos de los corredores que se ponían delante. Como fue el caso de los pastores Pascual Mellinas y Carlos Pacheco, este último librado, por muy poco, de acabar corneado. Hoy se celebrará un encierro por vereda que partirá a las ocho de la mañana desde la Sierra de San Miguel.