Lo prometido es deuda. Estas palabras se las tomó muy en serio Antonio Pacheco, un vecino de 73 años de El Cantón (Abanilla), que prometió que invitaría a todos su vecinos a comer si sobrevivía a una neumonía que le tuvo al borde de la muerte en enero, según le confirmaron los propios médicos.

Tras llegar a entrar en coma, que lo mantuvo 9 días más cerca de la muerte que de la vida, y tras 23 días en el hospital, el final no pudo ser más feliz, como se pudo comprobar el pasado sábado, cuando coincidiendo con las fiestas patronales de su pueblo, cumplió su promesa e invitó a su familiares, vecinos y amigos a un almuerzo en la calle Mayor de la pedanía. Pero se le fue algo de las manos y llegó a reunir a más de 300 personas durante toda la jornada. Antonio pasó toda la jornada junto a su inseparable esposa, Victoria Riquelme, sus hijos Raúl y Victoria, sus cuatro nietos (tres niños y una niña) y casi todos sus vecinos. Para la comida tuvo que comprar más de 600 botes de refrescos y cervezas, varias decenas de botellas de vino y cerveza, su mujer cocinó 4 fuentes de ensaladilla. También hubo tortada, frutos secos, bocadillos y un sinfín de alimentos que hicieron que se demostrase que Antonio, que también pagó las flores de la procesión del patrón, siempre cumple sus promesas.