Los restos arqueológicos del palacio islámico hallados bajo el santuario patronal de la Virgen de las Huertas de Lorca se abren al público esta mañana a las 11.30 horas, cuando se realizará la primera visita guiada a los restos del Palacio Califal situados en los sótanos del conjunto monumental del convento franciscano.

El concejal de Turismo, Francisco Montiel, presentó ayer la iniciativa y explicó que «de la mano de un guía especializado se podrán recorrer los restos del palacio sobre el que se construye el monasterio, la antigua capilla que da origen al conjunto monumental, la escalera de la Tota Pulchra y la iglesia donde se podrán contemplar los impresionantes frescos que escondía. Todos los meses a partir de ahora se abrirá el primer sábado de cada mes para visitantes individuales, aunque las instalaciones se abren cualquier día del año para realizar visitas concertadas a grupos, agencias y tour-operadores que lo soliciten».

Montiel señaló que «la compra de la entrada que permitirá hacer las visitas se debe hacer en la web lorcatallerdeltiempo.com y tendrá un precio único de 4 euros, aunque los niños hasta 12 años (inclusive) acompañados de sus padres tienen la entrada gratuita. Además, los residentes y nacidos en Lorca, con la tarjeta Amig@ de Lorca Taller del Tiempo pagarán solo 1 euro. Para ello sólo tendrán que reservar en la web y presentar su tarjeta».

El edil de Turismo recordó que «el desarrollo de estas visitas guiadas tanto al interior del templo como a los restos del palacio califal se deben a un acuerdo de colaboración del Ayuntamiento de Lorca con el Padre Guardián del Convento Patronal de la Virgen de las Huertas, José Hernández Valenzuela; por lo que queremos agradecer la buena disposición mostrada por los responsables del templo».

Los trabajos de restauración del santuario franciscano de Virgen de las Huertas de Lorca, que resultó gravemente afectado por los terremotos del año 2011, permitieron hace más de un año la puesta en valor de estos restos, que ahora se abren a las visitas. Entre ellos destacan un paramento islámico de mampostería, un arco polilobulado y otro de herradura, localizados en el subsuelo de la iglesia, al que se accede mediante unas escalera de madera. En el interior del yacimiento subterráneo se conservan restos de pinturas medievales y de un arco apuntado con el que intentó disimularse alguno de los de factura islámica.