La futura instalación de una granja porcina junto al Monte Arabí en la localidad albaceteña de Montealegre y a escasos metros del término municipal de Yecla, hizo que ayer casi dos mil vecinos de la localidad del Altiplano se manifestasen para que se frene un proyecto que consideran «dañino» por estar a escasos metros del monte, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Monumento Natural y BIC.

La concesión de los permisos depende de Castilla-La Mancha, como explicó ayer a esta Redacción el alcalde de Yecla, Marcos Ortuño, quien aseguró que «pediremos que se paren de forma cautelar los permisos, pues creemos que supondrán un impacto negativo para un monte declarado como BIC» y añadió que «yo he participado en las protestas como un yeclano más».

Personas que se oponen al proyecto explicaron que, precisamente al ser de otra autonomía, se enteraron tarde de lo que estaba pasando. «Al construirse fuera de la jurisdicción de la Región de Murcia, decenas de vecinos de nuestra localidad se han visto en la necesidad de unirse para emprender acciones con el objetivo de paralizar el proyecto», indican los vecinos.

Casi un millar de personas protagonizaron por la mañana una marcha hasta el Pozo Buitrera, lugar donde se están efectuando los movimientos de tierra para levantar la instalación. Ya por la tarde, la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento, fue el eje de las protestas, a las que se sumaron unas 700 personas.

Por su parte, la impulsora del proyecto, la empresa Cefusa, perteneciente al Grupo Fuertes y cuya actividad se centra en la cría y engorde de cerdo blanco e ibérico y vacuno, asegura la explotación porcina de selección genética en la Finca Las Ramblas, en el municipio de Montealegre del Castillo, en Albacete, «no generará ningún impacto negativo en la zona. El proyecto cuenta con la Autorización Ambiental Integrada concedida por la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, garantía de que el emplazamiento elegido es el adecuado». Asimismo añade que la iniciativa se desarrolla «en un terreno que no está protegido y no generará ningún impacto negativo al monte Arabí y tampoco a su flora ni a su fauna».