Los tambores del Cristo de la Sangre volvían a redoblar en Santa Ana por ´la Abuelica´. El cariño a la madre de la Virgen María es patente en la localidad de Jumilla: la multitud de fieles que se congregaba en la procesión lo corroboraba. La comunidad franciscana del Monasterio de Santa Ana volvía, un año más, a oficiar una Eurcaristía en honor de la preciada imagen de la abuela del Niño Jesús y esposa de San Joaquín, considerada una de las tallas más antiguas de Jumilla. El atrio del convento estuvo, un año más, abarrotado de una multitud de fieles que no quiso perderse la jornada. Después, tradicional jornada en el monte.