El TSJ de la Región ha confirmado la sentencia que declaró procedente el despido de un trabajador de una fábrica de golosinas ubicadas en Molina de Segura por fumar cuando esperaban la visita de los auditores que debían certificar el cumplimiento de la normativa sanitaria.

La sentencia indica que los hechos fueron descubiertos por el director de la empresa al decidir realizar una visita a la planta de producción para supervisar la limpieza de las instalaciones y comprobar que se encontraban en estado de revista para la visita de los auditores. Al llegar a las instalaciones se encontró con el trabajador, que salía de la cocina, donde se encuentra el bombo enfriador, cruzándose con él. Así mismo «percibió humo y un fuerte olor a tabaco, observando la presencia debajo del bombo de restos de ceniza».

Señalaba también la sentencia que «el trabajador no tenía ninguna misión a completar en la cocina, pese a lo cual, salí de allí; además, las instalaciones se encontraban paralizadas y limpias de días anteriores para la realización de la referida auditoría».

La empresa acordó su despido en enero de 2016, al considerar que el empleado había cometido una infracción de gravedad, ya que, por los carteles colocados en diversos lugares de la fábrica sabía que no se podía fumar, y que incumplir esa orden podía suponer el cese de la relación laboral, como así ocurrió.