Las Fuerzas de Seguridad del Estado buscan sin descanso al posible autor del total de cinco incendios, que durante las últimas 48 horas han afectado a los términos municipales de Calasparra y Moratalla.

Se trataría de una persona que conoce a la perfección los montes y que siempre usa el mismo modus operandi: busca espacios con diferentes caminos de huida, se adentra unos doscientos metros en el interior de la masa forestal y le prende fuego, de tal manera que cuando la llama es visible ya ha podido salir de la zona sin ser visto.

La Brigada de Investigación de Delitos Ambientales (BRIDA) investigaba durante la jornada de ayer los cuatro incendios ocurridos en las últimas horas en la zona y que ha tenido en vilo a los habitantes de ambas poblaciones, que tras el susto de la Sierra de San Miguel veían impotentes como su mejor legado, su territorio, estaba siendo ultrajado a manos de una 'persona sin escrúpulos'.

La voz de alarma saltó pasadas las diez de la noche, cuando las llamadas al 112 avisaban de dos focos en las proximidades a la Estación del Ferrocarril, muy cerca a la Sierra del Puerto, e inmediatamente se desplazaban unidades de Protección Civil de Mula y Calasparra. Afortunadamente, apenas unas horas después, se daba por extinguido.

Minutos después de las primeras llamadas se alertaba de otros dos incendios de manera casi simultánea. El primero de ellos se producía en la zona comprendida entre las Fincas del Chopillo y Architana, en la carretera que conduce hasta el pantano del Cenajo. Dos fincas que han dado mucho que hablar: primero en 1994, cuando El Chopillo fue devastado por el incendio que se iniciaba en el Peñón del Serrano y que devastó más de 30.000 hectáreas. Y en segundo lugar, por los litigios durante más de diez años con las propietarios de la Finca Architana por el agua subterránea. Efectivos del Parque de Molina, junto a las Brigadas Forestales de Moratalla, Jumilla y Cieza, y un técnico forestal, trabajaron sin descanso para acotar el incendio, que finalmente afectó a unas 2 hectáreas, y quedaba controlado durante la jornada de ayer.

Minutos después otra alarma saltaba entre los habitantes de Calasparra y Moratalla. Avisaban de grandes llamas en la zona de Cañaverosa y el Campillo, otra de las zonas devastadas en el incendio del año 94. Hasta el lugar se desplazaron el mayor número de efectivos del Parque de Bomberos de Caravaca, Brigadas Forestales de Cehegín, Calasparra, Caravaca y Yecla; la Brigada de Intervención Rápida de Mula y Murcia, así como dos técnicos forestales. De nuevo, la rápida intervención de los servicios de extinción de incendios hacía que durante la jornada de ayer se diera por controlado. En esta ocasión se perdieron más de 12 hectáreas. En la zona, un helicóptero de la Comunidad realizó tareas de refresco durante todo el día.

Cerro de San Miguel

Durante el día de ayer la BIR de Cieza permaneció en el primero de los incendios originado en el Cerro de San Miguel, realizando tareas de refresco. Se espera que se de por extinguido entre hoy o mañana.