Los servicios del Plan Copla han sancionado a un grupo de personas por persistir en hacer una barbacoa en la cala lorquina de Calnegre, pese a los avisos recibidos para que desistieran en su actitud, según ha confirmado el concejal de Seguridad Ciudadana y Emergencias de Lorca, Juan Miguel Bayonas.

El expediente podría culminar con una sanción de hasta 3.000 euros.

Los hechos tuvieron lugar el pasado fin de semana en la conocida popularmente como cala del Chiringuito o cala de Calnegre, donde está prohibido terminantemente hacer fuego al tratarse de un espacio protegido. Tanto la Policía Local como los agentes medioambientales apercibieron a este grupo de personas de la situación. Pese a ello, prendieron fuego a la barbacoa haciendo caso omiso a las indicaciones de los agentes, actuando de inmediato los responsables de la vigilancia en la zona, al tiempo que abrieron un expediente sancionador que podría acabar con una multa de hasta 3.000 euros.

Bayonas ha señalado que «se trata de un lugar donde el monte está muy cerca de la playa», insistiendo en que «se apercibió a estas personas de que no se podía hacer fuego, pese a lo cual se empeñaron en ello, por lo que hubo que avisar tanto a la Policía Local como a los agentes medioambientales para terminar de apercibirles por lo que estaban haciendo e iniciar el expediente sancionador».

Se trata, según el concejal Bayonas de un paraje natural en una época de gran peligro de incendio y «lo que no podemos pasar es que la gente se permita el lujo de hacer fuego donde se pone en peligro la masa forestal».

Respetar a las autoridades

El concejal de Seguridad Ciudadana y Emergencias, Juan Miguel Bayonas, quiso también hacer un llamamiento a todos los ciudadanos que se acercan hasta los diez kilómetros de litoral con los que cuenta el municipio lorquino, para que respeten, en todo momento, las indicaciones de las autoridades, personas que cada día con su trabajo velan por su seguridad.

Por lo demás, «el verano en la costa lorquina está siendo tranquilo, al margen de las incidencias normales de cualquier verano, como pueden ser picaduras de animales o alguna que otra torcedura de tobillo».