A los responsables municipales de las localidades costeras de la Región (excepto a los de San Pedro del Pinatar) no se les pasa por la cabeza, de momento, multar a la gente que orine en el mar o juegue a las palas en la arena. Tampoco tendrá sanción bajar a la playa con tiempo a pillar sitio para la sombrilla ni que los niños golpeen una pelota para pasar el rato.

En Mazarrón, por ejemplo, «no hay ninguna ordenanza» que contemple sanciones a los bañistas por las prácticas citadas. De hecho, fuentes municipales explicaron que, para evitar que otros usuarios de la playa se vean afectados, hay zonas acotadas de juegos, con porterías incluidas. Eso sí, se podría, de forma puntual, llamar la atención a alguien que practicase «algún juego que cause molestias y daños» a terceros. Pero eso en la playa y en todas partes.

En Águilas, por su parte, no se sanciona el pipí en el agua ni a nadie que se entretenga jugando a las palas, como sí pretende hacerse en San Pedro. Lo que sí está prohibido en la localidad limítrofe con Almería es acampar en la arena. Nada de tiendas. En cuanto al nudismo, no está prohibido en ninguna de las playas.

Tampoco tendrán problemas quienes saquen las palas en cualquiera de las playas de San Javier. El alcalde de la localidad, José Miguel Luengo, confirmó que «no se ha regulado» nada al respecto. En su opinión, que la gente juegue tranquilamente en la arena no supone «una problemática» que haya que regular.

Misma situación libre de multas en Los Alcázares. El regidor, Anastasio Bastida, explicó que los que pueden tener problemas son los que, por ejemplo, se metan en el mar con sus perros en zonas en las que esto no se permite. Preguntado por si se puede echar un cigarro en la toalla al sol, el alcalde indicó que también. «Aconsejamos a la gente que no fume, y regalamos unos ceniceros (con el fin de que la arena se mantenga limpia), pero están al aire libre y es lo que hay», espetó Bastida.

Desde que salió a la luz la ordenanza que pretende aplicar San Pedro del Pinatar (aún no está en vigor), en la que el Ayuntamiento propone sancionar hasta con 750 euros a quienes orinen en el mar, usuarios y políticos han puesto el grito en el cielo. «Me parece demencial que, en estos tiempos, haya una normativa tan retrógrada», escribía un hombre en Facebook. «¿Qué daño hace jugar a las palas en la playa? A no ser que vayas pegando pelotazos a la gente», apuntaba una mujer.