El mismo lugar donde se consumó la tragedia, servirá para recordar a los tres vecinos de Cehegín que perdieron su vida de manera trágica, durante el incendio de su vivienda un 30 de diciembre de 2014. María López, su hijo Hipólito Plasencia y su nieto, el pequeño Francisco Peñalver, de tan solo cuatro años de edad, callaban para siempre sus voces en aquella trágica mañana de navidad, una fecha que el alcalde de Cehegín, José Rafael Rocamora, calificó como «uno de los días más tristes en la historia reciente de la localidad».

Tras el desgraciado accidente, la familia decidió donar el solar al Consistorio de Cehegín para que se construyera una zona recreativa, que el pasado sábado fue inaugurada, junto a una placa conmemorativa. En el sencillo, pero emotivo acto, estuvieron presentes representantes de toda la corporación municipal, familiares y los vecinos de la calle de Santa Clara, que desde el primer momento mostraron toda su solidaridad a la familia rota por el dolor.

Rocamora recordó que «este desgraciado accidente, en aquellos días navideños, sumió a todo el municipio en una desesperada tristeza y rabia contenida», puntualizando que «todo el pueblo mostró su solidaridad y su cercanía con la familia, que desde luego nunca vivieron lo suficiente».

Una imagen para siempre

Tras aquel fatídico día, llegó el momento del reencuentro y de que la imagen de aquellas personas quedé perenne en el recuerdo, al igual que las plantas que adornan la pequeña plaza, «estas plantas quieren ser el símbolo de aquella tres estrellas que ahora brillan con su propio fulgor», concluyó Rocamora.

El regidor de la población del Noroeste murciano destacó, en sus palabras, el gesto heroico del fallecido Hipólito Plasencia que, aún con vida trató de salvar, sin éxito, la vida a su madre y su sobrino. Por último, uno de los familiares agradeció a todo el municipio de Cehegín «la solidaridad que nos prestasteis en aquellos días tan duros y tan difíciles para nosotros».