El director general de Carreteras, José Antonio Fernández, visitó la carretera RM-D3, en la que recientemente han concluido las obras de mejora la seguridad de esta vía que conecta la antigua nacional N-340 con la carretera RM-D1 en La Hoya de Lorca, y donde circulan anualmente 250.000 vehículos.

Los trabajos de la Consejería de Presidencia y Fomento se centraron en el punto kilométrico 4,9, donde se reparó el firme y se reconstruyó un talud que se desplazó durante el temporal de lluvias de diciembre, lo que provocó hundimientos, blandones, grietas y deformaciones en el firme de la calzada, que hacen de este punto un tramo peligroso para la circulación vial.

José Antonio Fernández explicó que a través de las grietas de la carretera se producían filtraciones de agua que ocasionaron la degradación de las capas inferiores del firme, por lo que «los trabajos han consistido en restituir el talud y sujetarlo con un muro de hormigón armado, estabilizarlo también con hormigón y crear bajantes para evitar nuevas erosiones».

El director informó que en el centro de ese talud se ha colocado un escudo de la ciudad de Lorca y el nombre de la instalación deportiva colindante, con cerámica del municipio.