El Ayuntamiento de Murcia ha abierto un expediente sancionador a los dueños del labrador que el pasado fin de semana mordió en la cara a un bebé de un año en Alcantarilla por sacrificar al perro en un clínica veterinaria. Según fuentes del Consistorio, miembros del Servicio de Zoonosis se desplazaron en varias ocasiones a la vivienda de los dueños, amigos de los padres del bebé, para encontrar al perro, sin éxito.

«Se les ha abierto un expediente por no haber llevado al animal a este servicio para que se le sometiera a un periodo de vigilancia antirrábica y los técnicos de Zoonosis han recuperado el cadáver del animal a fin de descartar que el labrador tuviera la rabia», añaden las fuentes municipales. Se trata de una infracción grave que puede suponer una multa de entre 300 y 1.500 euros.

Los hechos tuvieron lugar el sábado pasado, cuando una llamada del Servicio de Urgencias de Alcantarilla al Teléfono Único de Emergencias de la Región '112' avisaba de que estaban atendiendo a un niño de un año que había sufrido mordeduras y que lo había trasladado la misma familia en su propio vehículo.

Los sanitarios del Servicio de Urgencias de Alcantarilla, una vez atendido y estabilizado el niño, solicitaron el envío urgente de una Unidad Móvil de Emergencia para el traslado inmediato al Hospital de la Arrixaca, ya que presentaba heridas muy graves en la cara.

Al mismo tiempo se avisó a hemodinámica de pediatría del hospital, que prepararon el equipo de cirujanos plásticos para una intervención quirúrgica de urgencia. En niño estuvo ingresado un par de día y anteayer se le daba el alta hospitalaria para que fuese trasladado a su casa, aunque está siendo atendido por los médicos a diario de las heridas que sufrió en la cara.