La mujer de E.O., el hombre aseinado, presuntamente, por su hermano gemelo, Juan O., al que se juzga desde anteayer ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Murcia, aseguró ayer al declarar como testigo que aunque de vez en cuando se peleaban, «no podían pasar el uno sin el otro».

La testigo, María Ángeles B., manifestó que cuando ocurrieron los hechos -el 5 de diciembre de 2015- se encontraba en casa de sus suegros, en Cehegín, con su esposo y los dos hijos del matrimonio cuando llegó el acusado, iniciándose una discusión verbal entre los hermanos sobre una máquina lijadora. Añadió que decidió irse de allí, con la hija, que tenía entonces siete años de edad, pero que regresó a la vivienda al escuchar los gritos de su hijo, que había quedado en la misma.

Al llegar de nuevo a la casa, añadió, se encontró a su marido con un paragüero en las manos que esgrimía ante el hermano, pero que ella logró quitárselo. A continuación, explicó, salió a la calle, y cuando su marido se limpiaba una herida que tenía en la ceja como consecuencia de la pelea, llegó el procesado, quien le asestó una puñalada en el abdomen con una navaja, y que sería la causante de su muerte. La testigo comentó que aunque los hermanos se peleaban y discutían con frecuencia, su marido nunca habría creído capaz a su hermano de quitarle la vida. La vista oral continuará esta mañana con la intervención de varios peritos, entre ellos, los médicos forenses que practicaron la autopsia a la víctima. La fiscal del caso, María Dolores Ruiz, solicita 20 años de prisión para el procesado, como autor de un delito de asesinato con la agravante de parentesco y una atenuante por el trastorno mental del que está diagnosticado el procesado.

Por su parte, el letrado de la acusación particular, Pedro Julián Pozo, que ejerce en nombre de la viuda y de sus dos hijos, solicita que la pena de prisión para el acusado se eleve a 25 años, al considerar que la atenuante no está probada.