El Ayuntamiento de Lorca aseguró ayer que en la ciudad no se abrirán los comedores escolares en verano, aunque el Consistorio destinará ayudas económicas directas para familias con menores que se encuentren en situación de vulnerabilidad. El equipo de Gobierno sale así al paso de las críticas vertidas por los grupos municipales del PSOE e Izquierda Unida-Verdes sobre la necesidad de que sigan operativos en la época estival para los niños o familias que más lo necesitan.

Según el portavoz del equipo de gobierno, Francisco García, «se atenderán, como se ha hecho siempre, las necesidades de los niños con dificultades que durante el curso escolar utilizan los comedores escolares». Las manifestaciones de García se producen después de que la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, pidiera a 47 ayuntamientos de más de 50.000 habitantes, entre ellos el de Lorca, que garantizara la alimentación de los menores vulnerables especialmente en períodos no lectivos. La consideración de Becerril ha ido acompañada en los últimos días de peticiones del PSOE e IU-V para que el consistorio abriera, al menos, uno de los comedores escolares de la ciudad, para atender a unos 200 menores en situación de vulnerabilidad, que durante el resto del curso dependen de este recurso.

Por su parte, la concejal del grupo municipal socialista María Angeles Mazuecos asegura que «el cierre de los comedores escolares durante el verano afecta a cientos de niños lorquinos en riesgo de exclusión». Mientras, la concejal del grupo municipal de Izquierda Unida-Verdes Adoración Peñas lamenta «la falta de sensibilidad del equipo de gobierno del PP ante uno de los más desgarradores efectos de la crisis económica como es la pobreza infantil, al dejar a los infantes lorquinos sin recursos y sin la posibilidad de asistir a los comedores escolares durante el periodo estival».