Juan O.M., al que se juzga desde este lunes ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Murcia acusado de asesinar a su hermano gemelo en plena calle, en Cehegín, ha declarado en esta primera sesión de la vista oral que utilizó una navaja tipo mariposa que el segundo le había regalado poco antes.

El procesado ha añadido que cuando ocurrieron los hechos, el cinco de diciembre de 2015, no sabía lo que hacía, ya que por entonces tomaba más de treinta pastillas diarias, que, muchas veces, mezclaba con alcohol, debido a su politoxicomanía y el tratamiento psiquiátrico al que estaba sometido por el trastorno mental y del comportamiento que padece.

Sobre el desarrollo de los hechos, ha señalado que hubo un primer incidente en casa de los padres de ambos, ubicada en una calle de Cehegín, a la que Juan O.M. había acudido a coger unos limones para la fiesta de cumpleaños que celebraba en un lugar próximo.

Al llegar al domicilio, se encontró a su hermano, E.O.M., iniciándose una discusión sobre el paradero de una máquina lijadora, en el transcurso de la cual llegaron a las manos, incidente que transcurrió ante la esposa y los dos hijos de aquel.

La agresión mortal se produjo poco después, ya en plena calle de Cehegín, municipio en el que ambos vivían, cuando el procesado, según las acusaciones, asestó la puñalada mortal a su hermano.

Sobre esa agresión que acabó con la vida de su hermano gemelo, Juan O.M. ha asegurado que no lo hizo a traición ni con ánimo de matar, sino que reaccionó así para defenderse, ya que vio que su hermano, que había salido del domicilio poco antes, se llevaba la mano al bolsillo y pensó que podía sacar algo para atacarle.

También ha señalado que este último le había esperado en la calle, ya que tomó la dirección contraria a la que debía haber seguido de haberse dirigido a su casa, esperándole en el lugar que el procesado iba a seguir para volver a la fiesta de cumpleaños.

El acusado ha señalado que desde que ocurrieron los hechos "lleva a su hermano clavado en el corazón y que se arrepiente de lo ocurrido", y cada vez que se ha referido a él ha añadido la muletilla de "que en paz descanse".

La fiscal del caso reclama una condena de veinte años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco y la atenuante de trastorno mental, mientras que la acusación particular reclama una pena mayor al no aplicar la citada atenuante.

La vista oral continuará este martes con la declaración de varios testigos, entre los que se encuentra la esposa de la víctima.