«Ahora estoy más tranquilo, pero hemos pasado un mes de mayo de subirnos por las cortinas». Así se expresaba ayer Pedro Cabrera, concejal de Educación de Las Torres de Cotillas, después de que la Guardia Civil arrestase al hombre que le ha rayado el coche «hasta seis veces» y le ha amenazado por Internet.

«Estábamos nerviosos. Imagínese usted que va a por nosotros, a por un crío, a por nuestra casa», relata el edil, que asegura que no jamás ha cruzado una palabra con el hombre que se ha dedicado a hacerle la vida insufrible. Y resulta que es su vecino. Lo ha visto alguna vez paseando el perro y ya. «Y la tomó conmigo», lamenta el concejal torreño.

El sospechoso no sólo se limitó a rayar el coche («los dos coches que tengo») a su víctima: también se hizo un perfil falso para amenazarlo vía Internet. Allí le increpaba. «Me decía que tenía que dar trabajo a la gente de aquí y no a la gente de fuera. Y decía ‘viva Hitler’», recuerda el edil.

De ahí que la Benemérita arrestase al hombre no sólo por los daños en los vehículos, sino por delitos de odio. El operativo quedó bautizado como operación ‘Siembra’. Los expertos del Instituto Armado hicieron un análisis exhaustivo en varias redes sociales y localizaron en Internet hasta un total de cuatro perfiles administrados, presuntamente, por el sospechoso.

En el apartado público de uno de estos perfiles, el sujeto posteaba y comentaba numerosas fotografías de personajes como Hitler, Mussolini o Francisco Franco, a los que elogiaba. También colgaba frases racistas y xenófobas, dirigidas a los judíos, iel colectivo que más detestaba el dictador alemán, indicó la Benemérita en un comunicado de prensa.

De hecho, la foto de Adolf Hitler era el encabezado de uno de sus perfiles en la red.

«La labor de la Guardia Civil ha sido ejemplar. Agradezco totalmente el trabajo que han hecho», subrayó Cabrera.

Ahora toca pensar que ha sido un mal sueño y que no se va a repetir. «Me pintó en los dos coches la cruz de los nazis. Uno la tiene todavía. No me da el sueldo del mes arreglando los coches», lamenta el concejal, que insiste en su agradecimiento al Instituto Armado.

Sólo espera que el hombre no vuelva a las andadas, en el caso de que salga en libertad. Y es, lamentó, son vecinos.

Mientras, en el pueblo tienen claro que el sospechoso es un hombre con problemas mentales y marginado de la sociedad, según comentaron a este periódico. Nunca tuvo ni el mínimo roce con el concejal y, pese a todo, le cogió manía, explicaron al respecto.

Del caso se hace ahora cargo Juzgado de Instrucción número 3 de Molina de Segura. No obstante, la investigación sigue abierta.