Alrededor de 150 personas salieron este martes a la calle para protestar por el traslado del albergue de transeúntes para personas sin hogar hasta las Plaza de Curtidores en la barriada de San Diego.

Desde el Ayuntamiento, la concejala de Servicios Sociales, Fátima Mínguez, dice sentirse «avergonzada» por actitudes de este tipo. Mientras, Ana Ibarra, una de las 38 vecinas del edificio donde se ubicará, dice que «todo el barrio está en desacuerdo con que se ubique allí» y añade que «reconocemos que es necesario, pero no es el lugar idóneo, porque se encuentra junto a una plaza pública llena de niños».