Miles de personas acompañaron ayer a la imagen del Cristo Amarrado a la Columna, obra del imaginero murciano Francisco Salzillo, en la tradicional romería sobre un recorrido de cinco kilómetros desde el casco urbano de Jumilla hasta el Convento Franciscano de Santa Ana del Monte.

Este año la Hermandad del Cristo Amarrado a la Columna decidió retrasar en una hora la misa de despedida con la finalidad de atraer a más gente joven y evitar el madrugón de los mayores. La misa tuvo lugar a las 7.30 horas con un lleno absoluto, en el templo de la Parroquia Mayor de Santiago.

Nadie quiso faltar a esta cita que se viene celebrando desde el año 1848. Niños y mayores realizaron a pie esta romería que contó con la participación de la Asociación de Caballistas 'Romeros del Cristo', que con sus carruajes dieron colorido y vistosidad a esta romería y al Cristo Amarrado a la Columna. A su llegada al convento de Santa Ana del Monte, el Cristo de Salzillo fue recibido por los frailes franciscanos mientras los ciudadanos disfrutaban de una jornada festiva en el monte con un almuerzo campestre a cargo de la Asociación de Romeros del Cristo Amarrado a la Columna.

La importancia de esta romería es de tal magnitud que el padre guardián del convento de Santa Ana del Monte, Fray Francisco Oliver, nos recuerda que en el año 1968 el papa Pablo VI, mediante el Dicasterio, concedió indulgencia plenaria para las personas que participan en esta romería y acuden al convento jumillano, un privilegio idéntico al año Jubilar de Caravaca de la Cruz.

El 23 de septiembre el Cristo Amarrado a la Columna volverá a Jumilla, de manera excepcional, para participar en una procesión con motivo del XXX Encuentro Nacional de Cofradías y Hermandades de Semana Santa.