Afectados lorquinos por la construcción de cebaderos cerca de sus viviendas expondrán la problemática que sufren ante el Defensor del Pueblo y la Fiscalía de Medio Ambiente en busca de las soluciones que llevan años esperando. Media docena de ellos, junto a los concejales del grupo municipal de Izquierda Unida-Verdes Gloria Martín y Pedro Sosa, decidieron 'plantarse' ayer aprovisionados de víveres con sus neveras portátiles y sillas playeras, hasta ser recibidos por el alcalde, Francisco Jódar para exponerle directamente el problema.

A los conflictos surgidos en las pedanías de Campillo, Tercia o La Hoya se suman ahora los de La Escarihuela, Pozo Higuera y La Escucha, donde se pretende construir una explotación en plena zona endorreica de la rambla de Nogalte que, según los afectados, podría contribuir a un desastre humano, medioambiental y económico en caso de avenidas. La plataforma 'Stop cebaderos junto a las casas' retoma así sus actividades de protesta después de que el Ayuntamiento lleve varios meses sin convocar la comisión especial.

Por su parte, desde el equipo de gobierno municipal insisten en que Lorca se dotará de una ordenanza municipal pionera para conciliar el uso residencial y ganadero en las zonas de la huerta. En este sentido señalaron también que el Ayuntamiento avanza en los trabajos para proceder a la modificación del Plan General Municipal de Ordenación, paralizando la concesión de licencias para implantar granjas de porcino en suelo urbanizable hasta que no se apruebe dicha reforma.

Según la concejal de Urbanismo, Saturnina Martínez, el nuevo marco normativo incorporará el concepto de «equilibrio territorial», que se traduce «en ajustar el número de cabezas de ganado que puede acoger una granja al tamaño de la parcela en la que se ubica». También recuerda que la Comisión Especial para la Conciliación de Granjas de Porcino y Viviendas en la Huerta «se ha creado para dar soluciones al respecto con la aportación de todos los grupos políticos con representación municipal». Se trata de la primera iniciativa en este sentido que se pone en marcha por parte del Ayuntamiento con carácter oficial, tras haber mantenido reuniones de trabajo con colectivos vecinales y ganaderos.

Finalmente, el alcalde no recibió a los manifestantes, que optaron por marcharse sobre las dos de la tarde, aunque anuncian «medidas más contundentes».