Hace 540 años las tropas moras del rey andalusí Abu-L Hassan llegaron a Cieza procedentes de Granada. Era Domingo de Resurrección y, según cuenta la historia, los vecinos se hallaban en misa. Fue entonces, en 1477, cuando los invasores cruzaron el puente y sembraron el pánico entre la población de una villa totalmente desprotegida. Se trataba una de las últimas incursiones nazaríes en el Reino de Murcia, pero resultó especialmente violenta y determinante para un pueblo que quedó marcado para siempre.

Cuenta la leyenda que aquellas gentes fueron alertadas por una muda que, milagrosamente, logró hablar para que los aldeanos pudieran defenderse. «Moros vienen», dijo aquella muchacha, iniciándose después una frenética lucha entre moros y cristianos sobre las aguas del Segura, concluyendo en la ermita de San Bartolomé, que terminó incendiada. Desde finales del pasado siglo XX, la Asociación Ermita de San Bartolomé y la propia hermandad han querido recuperar la historia del municipio con las denominadas 'Fiestas del Escudo La Invasión', que ayer, y a pesar del mal tiempo y la lluvia, recuperaron ese momento cumbre con un simulacro de lucha sobre el puente de Hierro.

Los sables moros y las espadas cristianas se entrelazaron hasta que los vencedores ascendieron por la vieja muralla ciezana, llegando hasta la ermita del Santo, donde, y como novedad este año, se realizó un simulacro de incendio y humo. Al llegar a la ermita, el rey Abu-L- Hassan dio su discurso triunfal.

Los actos continúan hoy con un desfile de la embajada cristiana desde las 11.30, para continuar con el 'Homenaje a la Muda' a las 13.15. Por la tarde, desde las 18 horas, tendrá lugar el Gran Desfile de Moros y Cristianos, donde todas las kábilas y mesnadas lucirán lujosos trajes. De forma paralela, durante todos estos días permanece instalado un mercadillo medieval en las calles más antiguas de Cieza que proporciona un ambiente medieval a todo el entorno.