Los vecinos de la avenida de Levante y edificios limítrofes de Jumilla llevan recogidas miles de firmas, en las redes sociales y físicamente, en contra de la apertura de una gasolinera y un lavadero en el casco urbano de la ciudad. Los más de quinientos vecinos afectados de avenida de Levante, avenida de Murcia, Joaquín Turina y colindantes solicitan la paralización inmediata de las obras.

Un portavoz del colectivo vecinal explicó que la futura gasolinera se encuentra en pleno casco urbano con un serio peligro de contaminación.

Los vecinos se quejan de que las obras no cuentan con un cartel informativo y pidieron al Consistorio una copia de la licencia de obras que les fue negada por no ser parte colindante con la futura gasolinera, aunque los vecinos la reclaman como parte afectada. También alertan de los peligros de la emisión de gases cancerígenos y reclaman al Ayuntamiento que se paralicen las obras, ya que muy cerca de la zona existe un transformador eléctrico que no es compatible con una gasolinera.

El propietario de la futura gasolinera, un empresario de Jumilla, indicó que las obras cuentan con todos los permisos aprobados en el Ayuntamiento y en la Consejería de Industria y señaló que se pondrá en marcha en un plazo de tres meses dando empleo a dos personas.

El edil de Economía, Juan Gil Mira, envió un mensaje de tranquilidad ya que las obras cuentan con las garantías jurídicas desde su solicitud al Ayuntamiento en 2015. Fuentes municipales añadieron que la empresa cumple con todas las medidas legales en materia de seguridad.