El de ayer fue un día histórico para la Patrulla Águila del Ejército del Aire, con base en la Academia General del Aire de San Javier. Rosa García-Malea, de 36 años, se ha convertido en la primera mujer en entrar en el equipo de pilotos.

Sus compañeros la han recibido como hacen siempre con los recién llegados: con champán y con cubo de agua después del vuelo en solitario de la piloto.

No es la primera vez que Rosa María García-Malea hace historia, ya que también fue la primera mujer que pilotó un avión de combate en 2007. Ha estado destinada en la Base Aérea de Zaragona, mientras que en la Academia General del Aire ha sido instructora de vuelo.

Desde que en el año 1988 se permitiera el acceso de las mujeres al Ejército, muy pocas han formado parte de la élite de oficiales de aviación, cuya media apenas supera la de cuatro alumnas por curso.

En una entrevista que concedió a El País en el año 2007, la mujer piloto afirmó que cuando atravesó la barrera del sonido no sintió «nada especial. Ni se me estiraba la piel, ni me pitaban los oídos más de lo necesario, ni me recorrió una hormiga el espinazo».