El Ministerio Público pide diez años de cárcel para Santiago Francisco R. C., acusado de forzar sexualmente a una niña (que tenía 12 años en el momento de los hechos) en la casa de campo que compartía el procesado con la familia de la menor en Abanilla en verano de el año 2011.

«La abordó en uno de los pasillos de la casa, la llevó a su dormitorio, la desnudó y llegó a penetrarla vaginalmente, sin que llegase a eyacular, pues fue interrumpido cuando escuchó el vehículo del propietario de la casa», tiene claro el fiscal.

En el juicio, que tuvo lugar ayer en la Audiencia Provincial, Santiago Francisco negó haber cometido abuso alguno. Insistió en que la familia de la menor tardó cerca de un año en denunciarle, y durante ese tiempo mantuvieron relación de amigos, «de ir nosotros a su casa y venir ellos a la nuestra».

Destacó que él ha sido muy amigo del padre de la víctima, pues «fuimos compañeros de trabajo mucho tiempo».

El supuesto violador contó a la Sala que él cree que la madrina de la niña, con la que él no tiene buena relación, es la artífice de esta denuncia. Subrayó que no la agredió sexualmente. «Yo siempre la he visto como una cría», contó.

También declaró ayer ante el tribunal la víctima, que actualmente tiene 18 años. La joven rememoró el día de los hechos y señaló que el acusado la agredió sexualmente. «Mis padres tuvieron que salir y me quedé sola con él. Él salió de su habitación, me cogió por detrás», manifestó.

Sobre por qué tardó meses en presentar la denuncia, la chica admitió que «no sabía cómo contarlo. Lo conté a mis padres unos días antes de la denuncia». También habló del tema con su madrina antes de que esta se marchase a Ecuador.

«Él me decía que éramos novios y no me dejaba tener algo con nadie», dijo del procesado.

El caso ha quedado visto para sentencia. Además de los diez años de cárcel, el fiscal pide que se le imponga a Santiago Francisco R. C. una pena de libertad vigilada durante otra década más. Además, el Ministerio Publico solicita que tenga prohibido acercarse a una distancia inferior de 500 metros de su víctima.