El Ayuntamiento de Lorca reiteró ayer que los restos de la antigua subestación eléctrica que prestaba servicio entre los barrios de La Viña y San Antonio tienen que ser retirados a la mayor brevedad posible. El alcalde, Francisco Jódar, pide a Iberdrola que realice los trabajos, porque «los lorquinos merecen que se proceda ya al desmontaje de la maraña metálica que persiste en el emplazamiento de la antigua subestación eléctrica. Es un tema de auténtica justicia social, un compromiso asumido en su momento por parte de Iberdrola que los lorquinos nos merecemos ver satisfecho», subraya.

Todo surge de un convenio firmado el 24 de marzo de 2003, que fue suscrito por Iberdrola con la Unión de Promotores Urbanísticos de Lorca (Uneprocon) y con el propio Ayuntamiento, en la que el Consistorio actuaba como garante de la operación. En virtud del mismo, los promotores compraban a la eléctrica los terrenos de la subestación para construir un residencial. Algo que no se realizó debido al pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Iberdrola se comprometía a cambiar la ubicación de la instalación y descontaminar el terreno.

La compañía eléctrica, consultada por LA OPINIÓN, responde que siempre ha cumplido sus compromisos. «Este convenio establecía una serie de obligaciones para las partes que Iberdrola ha venido cumpliendo al construir la nueva subestación eléctrica de La Hípica, en sustitución de La Viña, que ha quedado lista para su desmantelamiento definitivo».

«El compromiso de Iberdrola era el desmontaje total y entrega de los terrenos en el momento del segundo pago, que no se ha efectuado, por lo que son el Ayuntamiento y los promotores los que no han cumplido», añaden.