Un enjambre de abejas que se había instalado en la valla de la Colegiata de San Patricio mantuvo ayer en vilo durante varias horas a los vecinos de la barriada de San Juan y alrededores, hasta que un profesional de la apicultura se desplazó al lugar para la retirada de los insectos. La situación llegó a tal extremo que tuvo que intervenir la Policía Local para advertir a los viandantes de que no pasaran por el lugar donde estaba el enjambre por temor a posibles picotazos.

Dos agentes de la Policía Local se colocaron en ambos extremos de la calle para avisar a quienes por allí caminaban de lo que estaba ocurriendo. Este tipo de situaciones son propias de la época del año en la que nos encontramos, al comienzo de la primavera, según explican los expertos.