La jefa de la Unidad de Información Territorial de la Consejería de Fomento, Margarita Ros, admitió ayer que la falta medios y la «presión» a la que están sometidos los funcionarios del Servicio de Urbanismo han hecho que sea cada vez «más desagradable» ejercer sus funciones. Durante su comparecencia en la Asamblea Regional por las deficiencias en la urbanización de Camposol de Mazarrón, Ros mantuvo un fuerte enfrentamiento verbal con el diputado socialista Alfonso Martínez Baños, que le interpeló sobre por qué la Consejería no había pedido al Ayuntamiento que le remitiera un informe sobre este residencial.

«No tolero que se diga que ha habido inacción por dejadez», respondió la funcionaria visiblemente molesta y mientras golpeaba la mesa, añadiendo que los funcionarios están sometidos a una excesiva carga de trabajo. «Lo digo aquí y en Pekín. Ha sido una ofensa que no me merezco», declaró Ros, quien ocupó la jefatura del Servicio de Urbanismo en Fomento y que lleva 25 años en esta Consejería, a cuyos superiores, según declaró, remitió «muchos escritos» denunciando la falta de medios a la que se enfrentan. Martínez Baños contestó a Ros que no había circunscrito sus críticas a ningún funcionario, y añadió que la función de los diputados es saber por qué «cientos de familias están arruinadas por la negligencia de las administraciones».