La Fiscalía pide ocho años de cárcel para un hombre, Antonio M. O., acusado de agredir sexualmente a una mujer en un coche en un descampado en 2013.

En el juicio, que comenzó ayer en la Audiencia Provincial, el presunto agresor sexual soltó que se quedó a solas con la víctima en el vehículo porque sus dos amigos, que también viajaban en él, habían salido «a mirar si estaba abierto el McDonald's» que había camino de El Palmar, donde en teoría iban a llevar a la mujer desde Alcantarilla. Una vez solos en el coche «ella se empezó a desnudar y se echó encima de mí. Y yo me bajé de la furgoneta. Cuando empezó a quitarse la ropa y vi que se echó encima de mí, me bajé. Y a raíz de eso me ha venido el divorcio», manifestó el procesado.

«Ella empezó a manosearme, quería sexo, y yo le dije que me dejara», hizo hincapié. Fue un policía de paisano (que también declaró ayer como testigo) quien pasó por la zona, se percató de que había algo raro y abrió la puerta del coche, donde encontró a la mujer semidesnuda y pidiendo ayuda, dijo el agente.

Preguntado por las lesiones en la zona genital que presentaba la víctima después del ataque, Antonio M. O. insistió: «Yo no sé nada de esto, ni la toqué».

La víctima de la agresión, por su parte, contó al tribunal (presidido por el juez Del Olmo) que se subió al coche porque conocía al conductor, Alfonso alias Zapatero, un hombre de unos 70 años. Cerca del descampado, «me dijeron que paraban a ese sitio porque iban a orinar. Y se bajan los dos hombres mayores. El chaval (en referencia al acusado) empezó a tocarme y yo le dije que parara. Empezó por las tetas. Después quiso hacérmelo y yo no quería», relató la mujer.

«¿Qué llevaba usted puesto?»

El fiscal preguntó a la víctima: «¿Qué llevaba usted puesto?» Ella explicó que un jersey y un pantalón, además de su ropa interior.

«Me rompió el pantalón y las bragas. Quería meterme el dedo por el ano. Me rompió los pantalones, me puso a cuatro patas. Yo lo que quería era salir del coche. Me decía 'zorra, puta'», indicó.

La víctima, que acabó llorando durante su intervención (tras un biombo), dijo que su agresor «tenía mucha fuerza», hasta el punto de que» yo perdí el conocimiento dos veces». «Me dijo que me estuviera quieta y me iba a ir mejor», dejó claro la mujer.

«En ese momento llegó la Policía. Sé que tenía el miembro en mis partes. Dentro me la metió. La suerte que tuve fue que llegó la Policía y me pude escapar», apuntó. De ahí la llevaron al hospital. «Estoy tomando Orfidal por la noche porque no puedo dormir. Y otro medicamento para la depresión», precisó la mujer.