Ocho imágenes realizadas por Francisco Salzillo, Nicolás Salzillo, Roque López y Ginés López Pérez han sido sometidas a diferentes intervenciones en el Centro de la Restauración de la Región antes de formar parte de la exposición Salzillo y Caravaca de la Cruz. El escultor del mayor crédito de estos Reynos, que se inaugura el próximo lunes 20 de febrero.

La exposición será en la iglesia de la Compañía de Jesús y se enmarca en las actividades organizadas con motivo del Año Jubilar. La consejera de Cultura y portavoz del Gobierno, Noelia Arroyo, visitó ayer el centro de restauración para conocer los trabajos realizados, acompañada por la directora general de Bienes Culturales, María Comas, y el director del centro, Francisco López Soldevila.

Entre las iniciativas programadas, «destaca esta exposición que estará integrada por más de medio centenar de obras que han sido cuidadosamente seleccionadas por su calidad e interés». Respecto a la muestra que se podrá ver en Caravaca de la Cruz, la consejera y portavoz también explicó que «desde Cultura nos hemos implicado al máximo en esta iniciativa y el trabajo que se está realizando desde el Centro de Restauración, pionero por sus técnicas y su equipamiento, que la engrandecerá aún más permitiendo que todas las piezas expuestas luzcan en las mejores condiciones».

Entre las imágenes que se han sometido a una mejora, destacan las realizadas por Francisco Salzillo: San Isidro Labrador (que se encuentra habitualmente en la Iglesia de San Juan de Murcia), San José con el Niño (Iglesia de Las Claras de Murcia) y San Roque (parroquia de San Andrés de Murcia). De Nicolás Salzillo se han intervenido San Judas Tadeo (Iglesia de San Miguel de Murcia) y San José y el Niño (Las Claras, en Murcia).

También fueron tratadas las piezas San Francisco de Asís (Iglesia de la Concepción de Caravaca de la Cruz) y San José con el Niño (Iglesia de la Concepción de Caravaca de la Cruz), pertenecientes a Ginés López Pérez; y San José con el Niño (Iglesia del Carmen de Lorca), de Roque López.

Las tallas, apuntó Arroyo, «han sido sometidas a procesos que protegerán y potenciarán su valor técnico y artístico». Los técnicos han realizado en cada pieza una intensa limpieza física y química, así como otras tareas como el asentamiento de la capa pictórica, el estucado de carencias, la reintegración cromática diferenciada y la aplicación de un barnizado de protección final. Además de estos trabajos, la titular de Cultura explicó que «los técnicos del Centro de Restauración, grandes profesionales que poseen una contrastada experiencia en la obra de Francisco Salzillo, están supervisando 'in situ' la organización de la exposición».