Las obras de restauración de la Colegiata de San Patricio, que resultó muy afectada por los terremotos de 2011, están ya en su fase final y la reapertura al público del templo está prevista para el 17 de marzo, coincidiendo con la festividad de este santo, según anunciaron ayer desde el Ayuntamiento de Lorca en un comunicado.

«Los trabajos van a buen ritmo, tanto en el exterior como en el interior. El carrerón de la Colegiata se ha levantado y se ha instalado una capa asfáltica que eliminará las humedades de las habitaciones que se sitúan justo debajo y cuyo acceso se hace a través de unas puertas situadas en la Plaza de España. La fachada está terminada, aunque quedan detalles que finalizar en las salas capitulares y en los balcones», comentan fuentes municipales.

Las actuaciones en el interior del templo las realizan una veintena de restauradores que trabajan en la recuperación de las pinturas murales del siglo XVI que aparecieron bajo capas y capas de cal, que se usaba como desinfectante en los periodos de epidemias, cuando el templo acogía cadáveres en su interior. La pintura más importante es la que se ha encontrado en la capilla de la Virgen del Alcázar, antigua patrona de Lorca.

Además, estos trazados, de una amplia gama de colores y en buen estado de conservación, también se pueden ver en los techos, las bóvedas, las paredes y los arcos de casi toda la Colegiata, como es el caso de la portada de entrada a la Sacristía. El equipo de restauradores trabaja en reparar y sanear las lámparas, así como en recuperar un lienzo que se encontraba adosado en la pared izquierda de la nave central. Otro aspecto destacable es la recuperación de una cripta subterránea ubicada en la nave central del Evangelio, sobre la que se está actuando.