El joven José Gallego dejó huella en Abarán. En el año 2013 y a los 45 años, un desgraciado accidente le segó la vida. Sin embargo, su vida entregada a los demás, perteneciendo a buen número de asociaciones sin ánimo de lucro, le hizo uno de esos vecinos imprescindibles cuya ida ha costado superar. Son muchos los homenajes y recuerdos desde que José Gallego falleció, pero este fin de semana el Ayuntamiento quiso inmortalizarlo poniendo su nombre en un monolito que se ha erigido en su recuerdo y que se sitúa en uno de sus carriles del paraje de 'Corona', precisamente el que conduce hacia la que fuera su casa.