La capilla del Dulce nombre de Jesús, sede canónica de la Hermandad de la Vera Cruz, vestía sus mejores galas para acoger la presentación del Año Jubilar caravaqueño. El acto contó con la presencia del delegado diocesano de la Archidiócesis de Sevilla, Miguel Ángel Bernal, y de la hermana mayor de la Cofradía, Elisa María Giménez-Girón, quien estuvo acompañada de un nutrido grupo de miembros de Cofradía.

Giménez-Girón recordó las palabras del prelado murciano sobre el Año Jubilar, calificándolo como «una oportunidad para reflexionar sobre nuestra vida y nuestra fe», explicando que este año de gracia ofrece la posibilidad de «renovar nuestra fe ante la Cruz de Cristo».

Francisco Romero realizó un recorrido por la historia de cofradía y su año jubilar, recordando, ante la cofradía que cuenta con más de 1.600 hermanos, la última adquisición de la institución religiosa, el carro triunfal de la Vera Cruz obra de Luía Álvarez Duarte y los hermanos Ramos Espinosa, «en una exquisita catequesis de Cristo, que porta el Lignum Crucis que se venera y custodia en Caravaca durante ocho siglos». Por último, agradeció el trabajo de los diferentes Hermanos Cofrades y sus Juntas por «seguir con la tradición y el culto a la Cruz».

Finalmente, el delegado episcopal adelantó que «desde la archidiócesis se está preparando una gran peregrinación para tener la oportunidad de vivir una profunda experiencia de fe ante la Cruz».