De aquella mañana fría de enero, donde los Aguilanderos de Barranda decidieron invitar a otra cuadrilla amiga y pasar un día de cantos y baile bajo una vetusta 'porcha', y al calor de una hoguera y de los caldos de la zona en los días previos a la festividad de la Candelaria, han pasado 39 primaveras, con sus 39 largos inviernos que han cambiado la fisionomía de aquel núcleo diseminado a medio camino entre Caravaca y la Puebla. 39 siegas después, también han hecho cambiar la personalidad de aquellos habitantes, pero no su amor por conservar la música de raíz y hacer que siga pasando de generación en generación. Ayer, la Barranda moderna, se volvía a convertir en la capital de las tradiciones populares y del folklore, acogiendo una nueva edición de su Fiesta de las Cuadrillas, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y Fiestas de Interés Nacional.

Los cinco grados y todas las montañas de alrededor completamente nevadas, más que un impedimento, fueron el aliciente perfecto creando un fondo a la puesta en escena de nuestra cultura más profunda.

La jornada comenzó con la misa en la iglesia de la Candelaria, que estuvo cantada por los animeros de Cehegín, posteriormente tuvo lugar la presentación de todas las Cuadrillas participantes. Este año, estuvieron presentes en Barranda la Cuadrilla de Aledo, la Cuadrilla de Zarcilla de Ramos, los Animeros de Caravaca de la Cruz, los Animeros de Cehegín, la Cuadrilla del Campo de San Juan, el Sabinar y Calar de la Santa (Moratalla), la Cuadrilla de Purias (Lorca), la cuadrilla de Zarcilla de Ramos (Lorca), la Cuadrilla de Patiño (Murcia) y los anfitriones, los Aguilanderos de Barranda (Caravaca de la Cruz). De fuera participarán la Panda de Verdiales Baños del Carmen (Málaga); de Albacete, la Ronda de Los Llanos y Cuadrilla Aire Serrano de Yeste; y la Colla Brials (Valencia).

El acto de presentación contó con la presencia de la directora general del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes, Marta López-Briones y del alcalde de Caravaca, José Moreno. También asistieron los diputados regionales, Víctor Martínez-Carrasco, José Soria y Jesús Navarro, así como los portavoces de los distintos grupos políticos en el consistorio caravaqueño. Tampoco faltaron a la cita los regidores de Cehegín y Moratalla, José Rafael Rocamora y Candi Marín, respectivamente.

El regidor puso de manifiesto que «este festejo representa lo mejor de la sabiduría popular», recordando que «en un grupo determinado en los años 70, un grupo de jóvenes valientes decidieron recuperar todas aquellas tradiciones musicales que estaban a punto de desaparecer con el éxodo rural». Según explicó Moreno, «se estaban despoblando tanto de sus gentes, como de su sabiduría», matizando que «consiguieron transmitir esa sabiduría popular, recuperando no solo letras y música, sino también instrumentos que hubieran desaparecido».

Tras la presentación, las cuadrillas se echaron a la calle para hacer disfrutar y bailar a los miles de amantes de estas tradiciones que abarrotaban las calles de la pedanía.

En esta edición pusieron falta, la segunda, a uno de los personajes más queridos del festejo, el Tío Juan Rita que no pudo estar, junto a su nieto artístico y su cuadrilla de Aledo, una leve gripe privó a sus seguidores de sus populares trovos, aunque la organización y la virgen de la Candelaria ya le ha cursado la invitación para estar presente el próximo año, que se festejará el 40 aniversario de la Fiesta de las Cuadrillas. Un aniversario que, según adelantó el presidente de los Aguilanderos de Barranda, Carlos Salcedo, «ya tenemos cartel y adelantado parte del programa para una edición tan especial para nosotros».

Después de la comida, siguió la música en la calle, que concluyó en el centro cultural, José Salcedo, con el tradicional baile suelto.

La Fiesta de las Cuadrillas se celebra desde el año 1979, cada último domingo de enero, dentro de las fiestas de la Virgen de la Candelaria. El festejo se completó con las Jornadas sobre Cultura de Tradición Oral, el festival 'Barranda Folk' y el Mercado de Tradiciones Campesinas.