El Palacio de Guevara de Lorca, la principal muestra de barroco civil de la Región, ha recuperado gran parte de sus muebles originales, de los siglos XVII y XVIII, una vez restaurados por alumnos de un taller municipal de empleo especializado en recuperación de mobiliario. Todo el mobiliario y las colecciones de arte del palacio fueron evacuadas del mismo tras los terremotos del año 2011, que causaron graves daños en el edificio y que motivaron su posterior restauración integral.

Durante tres años el palacio ha permanecido vacío de contenido hasta la llegada de los muebles, que han sido trasladados en los últimos días y cuyo resultado tras la restauración supervisaron ayer el alcalde, Francisco Jódar, y los concejales de Cultura y Empleo, Agustín Llamas y Eulalia Ibarra, respectivamente.

Se trata de una amplia serie integrada por sillerías, mesas, arcones, bargueños, una cama y un entredós, que presentaban el deterioro propio del paso del tiempo y en algunos de los cuales la madera estaba siendo devorada por xilófagos. Una vez recuperados, los muebles serán expuestos en las mejores condiciones posibles, quedando garantizada también su conservación a largo plazo, aseguraron. Jódar explicó que la revisión, limpieza y reparación de los muebles se ha realizado aprovechando la disponibilidad de los profesionales integrados en los talleres de la Concejalía de Empleo.

Los alumnos estuvieron tutelados por el ebanista jefe del taller de madera, Manuel Mateo, y del restaurador Antonio García Rico, que en la actualidad imparte un curso de talla artística. Los participantes en el taller completaron su formación práctica realizando tareas como la limpieza de maderas, reposición de pequeñas tallas, del dorado y la policromía perdida en algunos muebles.

Muchas piezas de la colección, sobre todo pinturas, están precisando de una intervención especializada urgente para detener su deterioro y devolverles, en la medida de lo posible, su aspecto originario, ha declarado Jódar. La revisión del mobiliario que hasta ahora se ha tratado ha permitido un mejor conocimiento de cada pieza y la rectificación oportuna del inventario en cuanto a datación y materiales.