La comunidad franciscana que está al frente del convento donde se venera a la patrona de Lorca, la Virgen de las Huertas, muestra su preocupación ante los daños que han aparecido recientemente en varias dependencias del inmueble, como consecuencia de las lluvias que se registraron en la segunda mitad del pasado mes de diciembre. La situación climatológica de las últimos días, debido a la nieve y a la lluvia que cayeron, han servido para aumentar dicha preocupación debido a que las humedades registradas van en aumento y pueden seguir dañando el inmueble. Todo ello ocurre poco después de que el pasado mes de septiembre se recepcionaran las obras correspondientes a la segunda fase de restauración del inmueble, tras los terremotos de 2011 en las que se han invertido alrededor de 500.000 euros. Parte de dichas obras, ejecutadas por una empresa lorquina han consistido, precisamente, en la restauración de los tejados.

Pese a ello, el pasado mes de diciembre, los cuatro franciscanos que residen en el convento se las vieron y desearon para achicar el agua que caía desde la parte superior, concretamente en la zona del claustro donde tuvieron que colocar cubos para poder extraer el agua como consecuencia de las goteras que han aparecido, a ello se sumó el agua procedente de la calle teniendo que colocar mantas que la empaparan, evitando así que se extendiera por el templo. Se trata de una habitación situada junto al coro, cerca de la puerta principal del edificio, donde «el agua caía directamente desde el tejado recién restaurado algo que resulta curioso», según los franciscanos.

Otro de los espacios del edificio que igualmente ha resultado dañado de forma considerable ha sido la sacristía donde se ha desprendido parte del yeso que se había colocado. Según los padres franciscanos, «con motivo de las últimas obras realizadas se arregló también el tejado de la sacristía y pese a ello también se han producido desperfectos, algo que lamentamos igualmente».

A todo ello hay que añadir las grietas que han aparecido en la fachada del antecamarín donde se encuentra expuesta la imagen de la patrona, otra de las preocupaciones más importantes, tanto de los padres franciscanos como de la propia hermandad de la Virgen de las Huertas. Igualmente han aparecido grietas en uno de los arcos del altar de San Francisco.

Los franciscanos entienden que el templo no está en condiciones para cumplir con las funciones que tiene. La primera fase de la restauración del inmueble se llevó a cabo tras los terremotos de 2011. El derrumbe de la torre fue la imagen que recorrió el mundo cuando se produjeron los seísmos.