El Fiscal pide penas de cuatro años de cárcel y multas de 1.800 euros para cada uno de los cinco acusados de vender droga en tres domicilios de Águilas (Murcia), según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio público al que ha tenido acceso Europa Press.

El juicio arrancará este martes, 17 de enero, a las 10.00 horas en la Sección número 3 de la Audiencia Provincial de Murcia.

Los hechos se remontan a los meses de octubre de 2014 y enero de 2015, cuando los acusados, puestos de común acuerdo y con la finalidad de lucrarse con su venta, se dedicaron a vender y a proporcionar sustancias estupefacientes a terceras personas.

Además, les facilitaban su consumo en las viviendas que dos de las acusadas tenían en Águilas y donde, a su vez, almacenaban las sustancias estupefacientes para destinarlas al tráfico ilegal. Igualmente, usaban otra casa deshabitada que se comunicaba con otra vivienda, propiedad de la abuela de otros dos acusados.

Según el relato del Fiscal, los acusados utilizaban las viviendas mencionadas de forma continua como punto de encuentro de terceras personas que llamaban al portero automático y, tras permanecer escasos minutos en el interior, se marchaban habiendo adquirido alguna sustancia estupefaciente a cambio de dinero.

Si no disponían de dinero, los acusados aceptaban la entrega de objetos de cierto valor como pago de la sustancia ilegal que les proporcionaban.

El 13 de enero de 2015, dos personas entraron a una de las viviendas para comprar 0,2 gramos de cocaína y, al salir, la Guardia Civil les siguió y les interceptó, incautándoles una bolsita con 0,2 gramos de cocaína.

Más tarde, uno de los individuos que había sido interceptado por la Guardia Civil volvió a la casa donde había adquirido la droga y les puso en conocimiento la intervención policial.

Ese mismo día a las 23.32 horas, otros dos hombres acudieron a la vivienda de los otros dos acusados y salieron dos minutos más tarde marchándose en dirección al barrio del cementerio de Águilas, donde fueron interceptados por la Guardia Civil.

En este caso, los agentes les incautaron un gramo de marihuana y uno de los interceptados volvió al domicilio de los acusados para advertirles de la presencia policial.

Los agentes de la Guardia Civil pudieron comprobar otras cuatro acciones similares entre los días 14 y 23 de enero, en las que tanto la Benemérita como la policía local se incautaron diversas cantidades de marihuana.

Finalmente, la Guardia Civil procedió a la entrada y registro de las viviendas el 5 de febrero de 2015. En una de ellas, encontraron un envoltorio de plástico con tres papelinas de cocaína ya preparadas para su venta, así como una báscula de precisión , recortes de bolsa y una cabeza de bolsa para envolver sustancias estupefacientes, entre otras cosas.

En otra de las viviendas encontraron dos botes de cristal con cogollos de marihuana en su interior, un trozo de papel de aluminio con restos de marihuana, dos trozos de papel de aluminio con restos de marihuana, un cigarro porro de marihuana y una placa de hachís envuelta en papel de aluminio, entre otras cosas.

Finalmente, en la casa abandonada encontraron varios recortes de papel de aluminio con restos de marihuana, una báscula de precisión, una bolsa de plástico con un cogollo de marihuana, un paquete de tabaco con dos dosis de cogollos de marihuana y un paquete de cogollos de marihuana envueltos en papel de aluminio, entre otras cosas.

Según el Fiscal, los cinco acusados son responsables de un delito contra la salud pública, en su modalidad de sustancias que causan un grave daño a la salud por los que procede imponer a cada uno la pena de cuatro años de cárcel y una multa de 1.800 euros más la cantidad