Mula ha solicitado a la Consejería de Fomento la implantación en el casco antiguo de la localidad de un Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) con el que poder combatir el deterioro del Conjunto Histórico y de los barrios altos de la ciudad.

Este programa tiene por objetivo la financiación de la realización conjunta de obras de rehabilitación en edificios y viviendas, de urbanización o reurbanización de espacios públicos y de edificación en sustitución de edificios demolidos, dentro de ámbitos de actuación previamente delimitados.

Con la puesta en marcha de la zona ARRU se podría recuperar funcionalmente una parte importante del conjunto histórico, centro urbano, los barrios más degradados y los núcleos rurales.

El programa va dirigido a ayuntamientos y propietarios de viviendas, de edificios de viviendas, comunidades y agrupaciones de comunidades. El ARRU cuenta con una ayuda unitaria máxima de 11.000 euros por cada vivienda objeto de rehabilitación, 30.000 euros por cada vivienda construida en sustitución de otra demolida, 2.000 euros por vivienda rehabilitada o por vivienda construida en sustitución de otra demolida y para las actuaciones de mejora de la calidad y sostenibilidad del medio urbano. El Ayuntamiento, en este caso, podría percibir el 35% del coste de actuaciones de obras de urbanización de calles y espacios públicos.

Delimitar el área de protección

El consistorio muleño realizará los estudios previos para delimitar el área o zonas donde poder implantarlo entre las que se encontraría el área del perímetro que marca el Plan Especial de Protección y Rehabilitación del Conjunto Histórico.

Las negociaciones para implantar el ARRU en Mula continuarán a finales de este mismo mes de enero con la Dirección General de Vivienda, donde se irá concretando las necesidades del municipio y la posibilidad de acogerse a este programa.

En este mismo sentido, el consistorio muleño estudia la posibilidad de restablecer los Planes de Adecuación de Fachadas, Cubiertas y Medianeras de edificios históricos, que unido al proyecto ARRU, «formarían dos herramientas imprescindibles para recuperar el resplandor de nuestro rico patrimonio arquitectónico y contribuiría a reorientar el maltrecho sector local de la construcción hacia un desarrollo sostenible mediante la rehabilitación de vivienda usada y la restauración del patrimonio histórico», afirma el concejal de Obras, Francisco Llamazares.