Los 20.000 habitantes de Las Torres de Cotillas ya pueden beber el agua del grifo tras rebajarse su nivel de trihalometanos procedentes del proceso de cloración por debajo del umbral legal permitido, que había sido rebasado desde el jueves por efecto de los arrastres de tierra del temporal de diciembre.

Así lo ha comunicado el ayuntamiento en su web, como hizo también ayer el de Molina de Segura para el 80 por ciento de su población, incluida toda la del casco urbano, por lo que el consejo de la Mancomunidad de Canales del Taibilla y de las autoridades sanitarias autonómicas sigue vigente para unos 80.000 residentes en Molina, Cieza, Alguazas, Abarán, Abanilla y Blanca.

La recomendación no afecta al uso del agua para cocinar, asearse o limpiar.