­Sus Majestades de Oriente visitaron también el Paso Blanco. Allí, hicieron un hueco en su apretada agenda, centrada en cumplir los deseos de los más pequeños, para escuchar también las peticiones de los niños que se desplazaron para dejarles sus cartas. Tras la cabalgata celebrada en la localidad, el Paso ofreció chocolate y roscón en la Tienda Blanca a todos los presentes para calmar los nervios típicos de la noche.