La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un juzgado de lo penal que condenó a un hombre a dos penas de seis meses de cárcel cada una por sendos delitos de estafa en la venta de una finca en Mula.

La sentencia desestima el recurso que presentó el condenado contra la resolución que lo condenó también a indemnizar con 6.000 euros a la compradora por los perjuicios causados.

El juzgado declaró en mayo pasado el acusado era titular de una finca rústica de algo más de 100 hectáreas de la que en contrato privado de compraventa firmado en Bigastro (Alicante) en marzo de 1994 vendió 11.240 metros cuadrados a la que luego resultaría perjudicada por su actuación.

Se comprometieron a que antes del otorgamiento de la escritura solicitarían del Ayuntamiento de Mula la segregación del trozo de tierra vendido.

El consistorio no accedió a la petición al no tener el terreno vendido la extensión mínima de 20 hectáreas, "lo que no impidió que la compradora continuara disfrutando de su condición de dueña de la finca", señala la sentencia.

Pese a ello, el acusado, "guiado por ánimo de ilícito beneficio", y atribuyéndose la totalidad de la finca originaria, constituyó sobre ella una hipoteca a favor del Banco Popular en garantía de un préstamo de 102.000 euros, hecho que ocultó a la compradora.

Además, en diciembre de 2003, atribuyéndose de nuevo la libre y plena disposición sobre toda la finca, se la vendió a su hermana por 102.170 euros, según el juzgado, para "dificultar cualquier reclamación que le pudiera hacer la compradora del trozo de terreno o un tercero o para cualquier otro ilícito propósito".

Y añadía que pese a lo manifestado en la escritura, no hubo voluntad alguna de comprar o vender por cuanto que la hermana no pagó nada por la finca.