Nuestra ruta de hoy descubre el Camino de Levante, donde los pasos cargados de espiritualidad llevarán al peregrino hasta Caravaca de la Cruz en una ruta de casi 120 km de descubrimiento y de leyenda, y también de cultura, patrimonio, paisaje, gastronomía y fiesta. Junto a la mota del río Segura y la Vía Verde del Noroeste, el trayecto permitirá descubrirse a uno mismo y alcanzar la indulgencia plenaria al llegar a la Basílica de la Vera Cruz.

Este camino discurre por un legado milenario, donde disfrutar de los paisajes, ciudades y lugares de interés que jalonan la vega del Segura y las comarcas del río Mula y del noroeste de la Región de Murcia.

El primer tramo comienza en Orihuela, a escasos metros de la Catedral del Salvador, símbolo de la religiosidad de una ciudad que guarda otros elementos de visita obligada, como la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, el Castillo, el Palmeral de San Antón, el Museo Arqueológico o la Casa Museo de Miguel Hernández. Comienza el camino remontando el río hasta llegar al Molino de la Ciudad. Cruzarás después el trasvase Tajo-Segura y, a escasos 3 kilómetros, pasarás frente a Beniel, ya en la Región de Murcia. Una ruta alternativa te permite entrar en Beniel cruzando el río por el paraje de las norias gemelas.

Prácticamente en línea recta hacia el sureste llegarás a la pedanía de El Raal, con su Belén Viviente en El Secano. Antes de llegar a Murcia, capital regional y punto indispensable de parada en el Camino de Levante, puedes desviarte para visitar la Casa del Belén en Puente Tocinos.

La segunda etapa nos muestra el Malecón, una construcción histórica concebida para detener el empuje de las avenidas del río Segura, avanzas por la margen izquierda del río y a tu paso encontrarás pedanías tradicionales que guardan secretos de la huerta murciana, como la rueda de la Ñora y la Ermita de Nuestra Señora de la Salud, al otro lado del río y a escasos metros de la Noria de Alcantarilla y el Museo de la Huerta. Las parcelas, casas y núcleos habitados protagonizan el paisaje de una zona en la que han convivido históricamente los cultivos que han sabido aprovechar el agua y la tierra con tradiciones que han llegado a nuestros días. Más adelante llegarás al corazón del agua capitalina, el Azud Mayor de Murcia en el paraje de la Contraparada, de donde parte desde época musulmana las acequias mayores que riegan la huerta murciana. Un lugar para detenerse y conocer la intensa relación que Murcia ha tenido desde la antigüedad con el agua.

Una construcción del siglo XV

Tu viaje avanzará unos kilómetros hasta Molina de Segura y, abandonando la mota del río, te saludará junto al camino la Ermita de Nuestra Señora de la Consolación, una construcción de 1976 con origen en el siglo XV. A partir de ahí seguirás por la ´Vía Verde del Noroeste´, un antiguo trayecto ferroviario reconvertido hoy en recorrido ecoturístico. La cuarta jornada te llevará desde Alguazas a Mula a través de la Vía Verde del Noroeste. Con Alguazas a tus espaldas el Camino de la Cruz mira hacia el oeste atravesando los típicos campos de secano murciano hasta la población de Campos del Río, y recorre un singular paisaje donde contrasta la aridez de los bandlands (las ´tierras malas´ producto de la erosión) con la vegetación frondosa de las riberas del río Mula. Aunque a primera vista no lo parezca, estos badlands albergan una interesante diversidad de fauna y de flora y de valores geológicos. Una ruta alternativa parte de Los Rodeos y, junto al río Mula, llega a la parte antigua de la población de Campos del Río. El camino prosigue hasta saltar el canal del Postrasvase, y desde aquí a Albudeite, con la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios como visita indispensable, a donde puedes acercarte también por una ruta alternativa que baja hasta el río Mula.

En el cuarto tramo el recorrido continuará con un paisaje que se irá haciendo cada vez más forestal y montañoso. No muy lejos queda el Parque Regional de Sierra Espuña. Tras unos metros hacia el oeste el camino asciende hacia el norte y rodea el Trascastillo Alto, siguiendo siempre el recorrido de la Vía Verde del Noroeste para continuar en dirección poniente. Después llegarás a El Niño de Mula, parada casi obligada donde tomar un refrigerio o visitar su Santuario. La jornada concluirá en Bullas, donde podrás visitar La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, el imprescindible Museo del Vino y parajes naturales como el Salto del Usero.

En la última etapa abandonas Bullas siempre siguiendo la Vía Verde. Tu viaje de peregrinación te adentra en el quinto tramo del Camino de Levante, tu meta está próxima, tus pasos te acercan a la Basílica-Santuario de Caravaca de la Cruz. Aunque también con muchas zonas agrarias en su transcurso, éste es el tramo más montañoso de tu trayecto de peregrinación hacia Caravaca, siempre por encima de los 500 metros de altitud, pero sin desniveles muy acusados, ya que en vano viajas por un antiguo trazado ferroviario que no permitía muchas pendientes.

El recorrido te llevará hasta el canal del Taiblilla y, tras salvarlo, al paraje del Cristo del Carrascalejo, lugar de fe para los bulleros. Después, acompañado algún trecho por la Autovía del Noroeste que aparecerá a tu izquierda, llegarás a Cehegín. Paraje repletos de bosques y ramblas, como la de Burete, marcan el camino hasta la Emita del Escobar. Unos kilómetros más adelante el camino pasará junto a las importantes ruinas de Begastri, antigua ciudad romana que fue sede episcopal en época visigoda en su momento de mayor esplendor, entre los siglos VI y VIII.

A través de la entrada natural que proporciona el valle del río Argos, y pasando el último túnel ferroviario del recorrido, Caravaca abre sus brazos al peregrino, como lo ha hecho desde tiempos inmemoriales.