Nuestras rutas peregrinas esta semana nos llevan al camino de San Juan de la Cruz, que conecta Beas del Segura con la Ciudad Santa del Noroeste murciano, un trazado dividido en seis etapas, y que supone el camino con mayor calado místico de todas las rutas, un camino duro que en palabras del superior de los Carmelitas de Caravaca, Pascual Gil, «el camino de San Juan de la Cruz siempre es así, él va por lo más difícil para que la vida sea fácil».

Por los parajes de este recorrido se pierde la condición de turista, peregrino o senderista para convertirse en un 'andariego' -como se hacía llamar el propio San Juan- y recorrer los parajes por donde fueron escritas las obras del carmelita más universal.

El pasado mes de agosto los carmelitas de Caravaca organizaron la primera peregrinación desde Beas a Caravaca, con la firme promesa de repetirla de manera anual. Caravaca es la única ciudad junto con Segovia que tiene fundación directa de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

El camino comienza en la población de Beas de Segura, donde no se puede dejar de visitar el convento de las Madres Carmelitas, décima fundación de Santa Teresa, así como su museo, o la posibilidad de escuchar a las monjas sus peculiares cánticos, que según cuenta la historia hacían reposar al propio San Juan de la Cruz. También destaca la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción o lugares mucho más antiguos, como el Puente Macho o los 35 yacimientos arqueológicos que dan prueba de su historia.

El camino nos lleva hasta Cortijos Nuevos, lugar de la primera parada. Se trata de una aldea perteneciente al Ayuntamiento de Segura de la Sierra, que causa sorpresa a los visitantes tanto por su número de habitantes (900) como por sus establecimientos y servicios. La situación de Cortijos Nuevos es privilegiada, ya que está situado en una encrucijada de caminos en el valle que da entrada a la Sierra de Segura, próximo al embalse del Tranco y bajo la mirada del Yelmo (1809 metros). Por ello, es paso obligado para los visitantes que hacen su entrada en la sierra de Segura por Beas o por La Puerta de Segura. Esta situación hizo que a finales de los años veinte un grupo de personas de Cortijos Nuevos lanzara el proyecto de formación del pueblo Segura del Valle en Valle Bravo, en el que se unirían tanto Hornos como Segura de la Sierra.

Durante la segunda etapa del camino, el andariego tiene la meta de llegar hasta Pontones. Para ello descubrirá el pueblo de Hornos, que pertenece al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y se encuentra situado sobre un roquedo que da vista a un hermoso valle, hoy cubierto por las aguas del embalse del Tranco. Además de su núcleo principal, tiene aldeas como Cañada Morales, El Tranco, Guadabraz, La Capellanía, El Carrascal, La Platera, Hornos el Viejo, Fuente la Higuera, El Majal y el Tobar.

El emplazamiento que ocupa hoy Hornos fue poblado en el III milenio antes de Cristo. Los árabes lo llamaron 'Fornus' por su situación inaccesible. Fue conquistado en 1239 por los cristianos, quedando adscrito a la encomienda de Segura de la Sierra, dependiente de la diócesis de Cartagena. En esta época se construyó su castillo y el castillo de Bujaraiza.

En la primera mitad del siglo XX, con la construcción del embalse del Tranco, se ocuparon sus mejores tierras de labor, lo que hizo que viniera a menos su población.

Hoy en día es un pueblo que tiene su futuro en el turismo rural y en los deportes de contacto con la naturaleza (piragüismo, senderismo, parapente y ala-delta, entre otros) Este pueblo serrano, enclavado en un risco y con aire medieval, fue declarado conjunto histórico-artístico en 1985.

Si llega con fuerzas, no se puede dejar escapar la oportunidad de visitar Fuente Segura, una pequeña aldea que tiene a dos kilómetros el nacimiento del Río Segura, un bello paraje donde descansar de las fatigas del camino.

En la tercera etapa del viaje, se descubre la belleza del GR247, Bosques del Sur, lo que supone descubrir la más extensa superficie arbolada continua de España; es decir, el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Para terminar en Santiago de la Espada, donde se puede visitar la Iglesia parroquial de Santiago Apóstol, de origen prehistórico, o la Cueva del Nacimiento

En la cuarta etapa del viaje se descubre la belleza del Río Zumeta hasta llegar a Nerpio, que cuenta con un importante patrimonio cultural, natural y paisajístico que recoge más del 70% de todo el Arte Rupestre de Castilla-La Mancha, declarado Patrimonio de la Humanidad. Muy aconsejable es cenar en uno de los restaurantes cercanos al barranco del Camino de la Fuente y disfrutar de su belleza, mientras se saborea la rica gastronomía del lugar.

La quinta etapa discurre por la zona del zarzalar, para posteriormente enganchar el camino que conecta Arroyo Tercero con Arroyo Blanco y, pasando cerca del Calar de la Santa, concluir en el Sabinar, una pequeña pedanía del término municipal de Moratalla.

La última etapa del camino sale en dirección a la Risca por el Campo de Béjar hasta llegar al Llano de Béjar, ya en la zona de Benablón y Barranda, por donde transcurre el Camino de la Vera Cruz de Andalucía, concluyendo en la Ciudad Santa del Noroeste murciano.