Los hospitales públicos de la Región se adaptarán un año antes de lo que exige el Consejo Europeo al protocolo de control de las radiaciones que reciben los pacientes en las pruebas radiológicas, según anunció ayer el gerente del Servicio Murciano de Salud (SMS), Francisco Agulló. Sus declaraciones se producían en Lorca, durante el acto de inauguración de la quinta jornada de actualización radiológica de la Región, que reunía ayer en el parador nacional de turismo a más de cien profesionales de este ámbito sanitario. Agulló se refería al proceso de implantación del 'Proyecto corporativo de gestión de dosis' radiológicas del SMS, que tendrá que ser efectivo desde febrero de 2018.

La Subdirección de Tecnologías de la Información del SMS está desarrollando mediante este proyecto corporativo un sistema de medición para controlar la dosis de radiación que reciben los pacientes durante las pruebas radiológicas a las que son sometidos en los diferentes centros sanitarios.

Agulló ha avanzado que la próxima implantación del nuevo Sistema Corporativo de Gestión de dosis en el diagnóstico por imagen del SMS, que representa un importante avance para la seguridad del paciente, se presentará próximamente. La Región pone en marcha esta medida antes de 2018, fecha que marca la Directiva 2013/59/Euratom del Consejo Europeo, que establece las normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes.

Esta nueva normativa en materia de protección radiológica, tanto para pacientes como profesionales, pone de relieve la necesidad de justificar la exposición médica, incluida la de personas asintomáticas, y propone requisitos más estrictos en cuanto a la información que debe proporcionarse a los pacientes, así como el registro y la notificación de las dosis de radiaciones ionizantes que reciben los pacientes. De este modo, los pacientes pueden disponer de un historial en el que estará reflejada la dosis de radiación recibida.

Durante los últimos treinta años, según datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud, el uso de las diferentes modalidades de radiodiagnóstico se ha incrementado de forma exponencial y se sitúa en alrededor de 900 exámenes por cada 1.000 habitantes al año.

Este sistema redunda en una mejor seguridad del paciente porque propone procesos que optimizan la dosis empleada en cada prueba y permite hacer un seguimiento de las dosis recibidas.